Predi Son Jaumell, las mil posibilidades del campo de Mallorca
Mallorca es mar, turquesa y arena, pero también campo, tierra y arboleda. Septiembre y el verano se nos escapan entre los dedos y los enamorados de esta isla bendita buscan nuevos espacios para escapar de su rutina. Nos alejamos, más en alma que en cuerpo, de la playa para descubrir un refugio campestre donde el lujo, la mejor gastronomía y el bucolismo mediterráneo nos abrazan y atraen. Predi Son Jaumell es un delicioso hotel rural para disfrutar e imbuirse de la belleza indiscutible del campo mallorquín. De la mejor gastronomía de la tierra de manos de un joven maestro. O de la práctica del golf junto con algo de turismo y de artesanía.
El hotel, con veinticuatro suites, ocupa el enclave de una antigua possessió del siglo XVII que, tras una reforma, conserva su sabor sin renunciar al relax y confort que precisan las damas y caballeros del siglo XXI. Con unas impresionantes vistas al castillo medieval de Capdepera (cuya fortificada mole presenció la rendición de Menorca), el hotel ofrece a sus huéspedes la opción de pasear por sus jardines naturales con encinares centenarios y campos de almendros y algarrobos, cuevas pretalaióticas de la Edad de Bronce y un camino privado que conduce a la cala virgen de Cala Agulla, un Área Natural de Especial Interés rodeada de roquedal y arenas finísimas que, al esfumarse el verano, reduce sensiblemente el masivo número de bañistas.
Muchos querrán disfrutar al máximo del hotel, refugio perfecto para el retiro suave que nos da la campiña. Las habitaciones, de diferentes categorías, se encuentran todas climatizadas, disponen de su propia zona de estar y cuentan con todo tipo de detalles, como el mini Bar, televisiones LCD 32”, Wifi y amplios y luminosos baños, con bañera de hidromasaje y ducha independiente. Todo para convertir nuestra estancia en algo inolvidable.
Gastronomía de la tierra
Uno de los mayores atractivos de esta possessió es la gastronomía. Desde aquí se imbuye de la cocina de la tierra Andreu Genestra, chef premiado con un “macarrón” Michelin. Nacido en Inca (Mallorca) en 1983, este joven restaurador no dudó en abandonar su isla para trabajar en El Bulli, diferentes restaurantes de Barcelona, Londres o negocios de la familia real de Kuwait. Fue durante su estancia en este país árabe cuando sintió la necesidad de abrir su propio negocio, una casa desde la que contar historias de comida y raíces. En 2011 desembarcó en Predi Son Jaumel y tres años más tarde los inspectores de la Guide Rouge le dieron su primera estrella. Además del restaurante que lleva su nombre, en el hotel, y de otro pequeño bistró del mismo hotel (Senzill), Genestra regenta otro restaurante en Palma de Mallorca, Aromata, donde el producto isleño, tratado con sencillez, es el protagonista.
En el restaurante gastronómico del hotel Predi Son Jaumel, el chef y su equipo apuestan por una cocina ligada en esencia a la tierra. Disponen incluso de un huerto de 6.000 metros cuadrados del que extraen verduras y hortalizas del Mediterráneo para elaborar sus platos. Ofrece a sus comensales tres menús degustación: Cuina de la Terra (cinco pasos, 58 euros sin maridaje; 85 euros con maridaje); Sensaciones (ocho pasos, 74 euros sin maridaje, 110 euros con vinos) y el más amplio, el Andreu Genestra, de diez pasos a ciegas por 105 euros sin maridajes o 160 euros si preferimos brindar y tirar la casa por la ventana.
Turismo, artesanía y golf
Queda claro que en el hotel Predi Son Jaumel podemos disfrutar de la isla sin salir de sus lindes, aunque los inquietos también encontrarán muy cerca un montón de actividades para practicar deportes y diferentes actividades. Desde luego, hay que acercarse hasta la villa de Capdepera, tranquila y apacible bajo su ya mencionado castillo. Merece la pena pasear por su casco histórico, salpicado de casas de marés y viviendas de piedra, y conocer de primera mano las labores de la llata, milenario arte de trenzar las hojas del palmito, una industria mucho más antigua que la cerámina de la que hay restos en yacimientos arqueológicos de la era talaiòtica. En la época de internet y de Pokémon Go, este arte solo se conserva en las villas de Capdepera y Artà y se materializa en forma de sombreros, alfombras, abanicos y otros objetos. Los senderistas encontrarán en el cercano parque natural de Llevant un lugar perfecto para dar largos paseos entre carrizo y palmito, mientras observan las aves.
Los amantes del golf también pueden encontrar en la isla multitud de campos perfectos para jugar unos hoyos. El hotel Predi Son Jaumel mantiene acuerdos preferenciales con seis campos de la zona (el más cercano es el de Capdepera, a solo 3,5 kilómetros) y ofrece diferentes paquetes desde 390 euros por persona.
¿Se viene con nosotros a este paraíso rural? Si busca huir a Mallorca pero prefiere un hotel sin niños, recuerde que tenemos algunas sugerencias interesantes en uno de nuestros artículos.