La guía definitiva por el París más epicúreo

Piense en una de las mejores ciudades del mundo para ir de compras. Ojo, no como el súper destino donde encontrar chollos sino como esa ciudad con una amplia escena multicultural y de compras, cuna de la Alta Costura y hedonista, muy hedonista. Ahora sí… París. Y es que sin ninguna duda sus calles y tiendas surten un efecto imán entre un público que aprecia a partes iguales la calidad y el saber hacer, la vanguardia y la tradición, las últimas aperturas de locales y los imprescindibles de siempre. Aun siendo difícilísimo reducirlo a sólo unos pocos elegidos en esta flamante ciudad repleta de posibilidades, hemos preparado 15 de los sitios clave, entre tiendas y bares/restaurantes, para disfrutar plenamente de la vie parisienne más epicúrea.

 

Por las vistas al Petit Palais y por lo imponente del lugar, no querrá salir de la terraza del Le Minipalais. Foto: Eric Demarcq
Por las vistas al Petit Palais y por lo imponente del lugar, no querrá salir de la terraza del Le Minipalais. Foto: Eric Demarcq

 

Le proponemos pasar un día visitando concept stores, como Merci, y otras tiendas extrañas y caprichosas, como Deyrolle lleno de taxidermia. Pensar en bellos artículos de papelería, de Calligrane, o en un olor de edición limitada, de Jovoy. Imitar a los gourmands parisinos y acercarse por el mercado Président Wilson o por una quesería de producciones ultra pequeñas y orgánicas como Fromagerie Goncourt. Y hacer una parada en el camino o culminar la ruta de tiendas reservando mesa en una terraza con vistas inigualables a la torre Eiffel, como la del restaurante L’Oiseau Blanc en el que mimar a ese foodie que todos llevamos dentro.

La nueva flagship de Balenciaga en la avenida Montaigne

La avenida Montaigne, el hogar de marcas como YSL, Dior, Chanel y Louis Vuitton recibió un nuevo inquilino el pasado 23 de septiembre: Balenciaga. La casa francesa ha abierto su nuevo flagship en el número 57 de esta avenida que junto con la avenida George V y los Campos Elíseos demarcan el Triángulo de Oro parisino.

En este nuevo establecimiento de 400 metros cuadrados Balenciaga ha utilizado el concepto de diseño minimalista y los toques industriales de su tienda en Rue Saint-Honoré. Carriles de acero donde se cuelga la ropa y por donde traerla desde el almacén de forma automatizada, mesas de exhibición de aluminio, vestuarios de hormigón y suelos en resina en tonos grises son algunos detalles que representan su carácter fabril. También se han mantenido detalles originales del espacio como el hueco de la antigua chimenea, las molduras del techo y paredes, e incluso marcas de niños que alguna vez dibujaron en las paredes. El toque de arte lo ponen las ilustraciones, que se exhiben a lo largo de la tienda, del artista urbano estadounidense Mark Jenkins, conocido por sus obras provocativas y desconcertantes.

La nueva tienda insignia incluye por supuesto todas las líneas de la casa en moda masculina, femenina y accesorios del actual diseñador, el alemán Demna Gvasalia. El estilo Balenciaga de Gvasalia: estando muy presente la importancia de las siluetas y los volúmenes tan características en el “savoir faire” del propio Balenciaga, su ropa es deconstruida y de siluetas “oversize” pero en una expresión ponible y sport.

Deyrolle. Un peculiar y bonito museo de ciencias naturales

Dentro de un palacete del siglo XVII de la encantadora rue du Bac, encontramos la casa Deyrolle. Desde 1831 este museo lleva ofreciendo a los entusiastas de la naturaleza colecciones de animales de todo tipo, además de curiosidades naturales y materiales educativos para el aprendizaje de las ciencias naturales. Es un lugar de referencia en el campo de la taxidermia entre los parisinos. Los padres traen a sus niños pequeños a este peculiar -algo excéntrico, incluso- gabinete y tienda de curiosidades para enseñarles sobre el mundo animal y las ciencias naturales.

casa Deyrolle París epicúreo
Por sus salones encontramos una increíble colección de animales de todo tipo, desde pájaros, gallinas o conejos a grandes mamíferos (leones, cebras), insectos, tesoros del mar…

 

En el espacio se puede ver las colecciones de especímenes animales y botánica reunidas por Émile Deyrolle (1838-1917), un naturalista y entomólogo, especializado también en publicaciones de historia natural y en todo tipo de materiales de enseñanza para las aulas que el propio Deyrolle diseñaba y fabricaba. Desde libros educativos a diseños de muebles escolares, modelos anatómicos para el profesorado o placas de vidrio fotográficas, todo está expuesto en el gabinete.

De la tienda en concreto, no se pierda las colecciones de mariposas y libélulas bellísimas, los libros de ciencia y los posters antiguos de botánica. Y para los más pequeños, encuentra una colección cápsula de la marca francesa Petit Bateau que ha diseñado con dibujos del propio Émile Deyrolle. Todo un bestiario de animales protegidos o en peligro como el elefante asiático, el chimpancé o el pez espada, además de plantas y flores como la amapola, elegidos para ilustrar esta colección.

Merci. La “buena vida” se comparte

En el distrito de Haut-Marais encuentra restaurantes y comercios cosmopolitas que conviven con espectaculares mansiones reconvertidas en museos como el Museo Picasso, el Museo Cognac-Jay, el Carnavalet,  o la Casa de Victor Hugo, entre otros. Caminando por el Boulevard Beaumarchais, en el corazón de este barrio, puede encontrar algunas buenas joyas de shopping parisinas.

Una de ellas es Merci, la famosa concept store, de estilo entre el chic contemporáneo y un tranquilo eclecticismo, escondida en la parte trasera de un patio en el número 111 de dicha calle.

Aunque con otro concepto y estilo, casi puede decirse que Merci haya cubierto el hueco que dejó la mítica Collete, la tienda que durante 20 años marcó el norte en la brújula de la moda y las tendencias. Desde 2009 es uno de los lugares de referencia y peregrinación para fashionistas que visitan la ciudad de la luz y residentes que buscan un ambiente inspirador y creativo.

Recomendable dedicarle un tiempo y explorar cada rincón. Es un establecimiento estupendo para encontrar la mejor selección de moda, diseño y decoración. Y ya de por sí, el propio espacio y cómo presentan los productos bien merecen la pena. Más allá de hacerse con alguna buena pieza o mueble para sus casas, la gente viene aquí a comprar flores, leer un libro, tomar algo en alguno de sus tres espacios gastronómicos, mirar juegos de ropa de cama, probarse ropa o ver una exposición. Y todo sin perder ni un ápice de ese “french touch” inigualable.

Otro punto a su favor es su vocación comprometida, ya que parte de las ganancias se destinan a ayudar a niños desfavorecidos en el mundo para mejorar sus condiciones de vida a través de programas de salud, sociales, educativos y culturales.

Merci concept store de París
El espacio La Cantine de Merci es un lugar muy agradable donde relajarse del ajetreo de la ciudad

 

Bonton, el concept store versión infantil

Cerca de Merci, encuentra la “versión niños”: la tienda Bonton. Esta marca francesa de moda infantil, con presencia en una veintena de países (su primera tienda en España la inauguró el pasado julio 2017 en la calle Lagasca de Madrid), tiene en el número 5 de boulevard des Filles du Calvaire su tienda insignia.

Bajo un concepto depurado pero alegre y creativo, como el de sus prensas, el local de tres niveles, está repleto de accesorios y ropa para niños, decoración y juguetes. Enamora a pequeños y papás por sus mini probadores, el parque de juegos y el fotomatón, su peluquería infantil, o la confitería donde usted puede “hacer un descanso de niños” mientras ellos están entretenidos en el parque de juegos.

Para compras de zapatos, otro triángulo de oro

El famoso Triángulo de Oro de París está en el margen derecho de los Campos Elíseos, pero el menos conocido y mucho más importante triángulo dorado de zapatos está al otro lado del Sena, comenzando en la esquina entre la rue de Sèvres y el Boulevard Raspail, ampliado por el lado derecho por la rue d’Assas y cerrando la figura el Boulevard du Montparnasse.

Las primeras tiendas que encuentra son de diseñadores locales o tiendas multi-marca de zapatos de todos los estilos y para cada presupuesto. Pero si se dirige hacia el Boulevard Raspail pasará a territorio de los grandes: Marc Jacobs, Giuseppi Zanotti, Sergio Rossi, Prada, YSL, Christian Louboutin, por nombrar sólo algunos.

Y si eso no fuera suficiente, diríjase al 24 rue de Sèvres para ir a la sección de calzado de Le Bon Marché para ver la selección que estos almacenes traen de “lo más” en zapatos del mundo.

Calligrane

En una pequeña calle de Marais se encuentra una fabulosa tienda de papelería y encuadernación con los más exquisitos e inusuales papeles, muchos hechos a mano. Además de tarjetas de felicitación -también pintadas a mano-, objetos de papelería, esculturas de papel y pequeños artículos de cuero. Hablamos de la muy conocida entre los parisienos Calligrane.

A nivel esculturas y piezas de arte se encuentran obras de dos artistas apasionados por el papel, Jean-Michel Letellier y su mujer Miki Nakamura. De Letellier, uno de sus artículos más singulares y conocidos son una serie de láminas hechas con rebanadas de frutas y verduras micro delgadas. Y Nakamura, por su parte, hace esculturas tridimensionales para la tienda.

Calligrane papelería sibarita París
Estimulante para la vista siempre los escaparates de Calligrane

 

Compras gourmet en Marché Président Wilson para un plan picnic

Haga como los gourmands parisinos y los chefs más destacados de la ciudad y vaya al famoso Marché Président Wilson a comprar pan artesano, los quesos más sibaritas, verduras y vino orgánicos, embutidos locales y platos recién hechos estilo tailandés, chino, libanés, situado en la avenida del mismo nombre y entre el Palais Galliera, el museo de la moda, y el Palais de Tokyo. Luego con su cesta de mimbre llena, que también puede comprar allí, diríjase al borde del Sena y disfrute de un picnic muy gourmet con vistas a la torre Eiffel.

Otros homenajes gourmet que darse (de productos franceses, por supuesto)

Para no fallar si lo que busca es comprar un gran foie gras para llevar de vuelta a casa, acérquese a la tienda de delicatessen Comptoir de la Gastronomie a por una riquísima latita o si lo prefiere degústelo en su restaurante en raviolis bañados en salsa de crema de trufa, o en carpaccio a la miel y caramelo balsámico. Y estando allí, otras buenas compras son un aceite de trufa, un confit de higos, crema de marrón glacé, caviar de esturión ruso Baerii… todos, productos excepcionales. Dónde está: en el 34 de Rue Montmartre, en el  barrio Les Halles muy cerca del Jardín Nelson Mandela y el Louvre.

Comptoir de la Gastronomie epicúrea
Comptoir de la Gastronomie es una dirección histórica de las tiendas de ultramarimos de París

 

Un lugar para la trufa negra del Périgord en París: en la épicerie (tienda de comestibles) del restaurante especializado en estos diamantes negros Un jour à Peyrassol. Si va ex profeso a comer apunte las ensaladas con trufas o el risotto a la trufa y parmesano, además del jamón ibérico de pata negra. Este restaurante está en 13 Rue Vivienne (distrito de Vivienne).

La tan apreciada mantequilla Beurre d’Isigny de Normandía, la reconocerá por su color amarillo dorado y un suave gusto de avellana y la encuentra en las cuatro tiendas de la Fromagerie Beaufils (nuestra preferida la de rue de Belleville).

La mostaza de Dijon, un condimento muy usado en la cuisine français, de sabor fuerte y con su característico color amarillo, tiene un lugar clave en París: la bonita boutique Maille de la Place De la Madeleine. Hasta los menos entusiastas de la mostaza picarán en esta tienda ya que además de las mostazas de mil aromas, una amplia variedad de vinagres, encurtidos, loza preciosa y cajas de regalo se exhiben impecablemente presentados.

Y por supuesto los quesos. En París existen muchas y magníficas queserías en las que poder deleitarse. Por nombrar tres, la ya mencionada Fromagerie Beaufils de Belleville, otra es Alléosse, un fromager situada cerca del Arco de Triunfo que con su propia bodega de curación abastece a grandes restaurantes franceses y que conserva la tradición de padres a hijos ofreciendo una amplia selección de quesos con curaciones, aromas y texturas muy variadas. La tercera, Fromagerie Goncourt, situada en el barrio 11 de París, es una quesería con un estilo de local y concepto más actual que propone una variada gama de quesos de todas las regiones de Francia. Sus propietarios recorren el país buscando productores y artesanos de quesos, especialmente orgánicos, que les convenzan para ofrecer los mejores en su tienda.

La mítica librería Shakespeare and Company

Situada en 37 rue de la Bûcherie, junto al Sena y prácticamente frente a Notre Dame, se encuentra la librería Shakespeare y Company. Es una de las librerías, nos atrevemos a decir, más famosas y con más encanto del mundo (ya le hablamos de ella en este artículo). Traspase las puertas dobles verdes para encontrar un mundo lleno de grandeza literaria. Las interminables pilas de libros y estanterías repletas de manuscritos hacen que sea difícil moverse y el olor de los libros viejos hace que uno se teletransporte a otros tiempos.

Jovoy. Otra dimensión del perfume

Sí, París está llena de perfumerías pero Jovoy, situada en la Rue de Castiglione, ha conseguido hacerse un hueco por centrarse en perfumes raros, exclusivos y de edición limitada.

El estilo de esta tienda con colores rojos y negros, matizados sólo con algunos toques de madera roble claro, delata la personalidad del producto y la marca. Un detalle agradable es que utilizan campanas de vidrio para cubrir las pequeñas botellas de probador con el fin de capturar el perfume, muy utilizado para velas de olor pero muy poco en perfumería cuando en realidad permite a los clientes tener una mejor idea del olor de la fragancia sin los inconvenientes del alcohol.

Su principal producto son perfumes raros que tengan una fuerte identidad individual, se presenten en frascos artísticos, sean de pequeñas producciones de perfumistas comprometidos con el uso de materiales nobles y naturales, y cuya difusión sea ultra elitista. Encontramos entre otros a Amouage, Andy Tauer, Heeley, Masaki Matsushhima, Undergreen, Puro, y Xerjoff. Y ¿los precios? proporcionales a ser creaciones exclusivas. Aunque también consiguen dar con perfumes raros a precios comparables a otros perfumes más populares.

Jovoy perfumería epicúrea y rara
Preparan cajas a medida con varios perfumes pequeños para regalo

De bars à vins por la ciudad…

La Cave du Septime

Si el plan es tomar unos vinos, puede dirigirse a este bar ubicado en una zapatería antigua y abierto tras el éxito del restaurante Septime. La Cave es un local con una agradable decoración sobria que ofrece vinos franceses, italianos, griegos y españoles, sobre todo de pequeños productores, y una pequeña y cuidada carta para picotear con los vinos.

La Palette

En Saint-Germain-des-Prés se encuentra este café bistró antiguo en el que se reunían y se siguen reuniendo estudiantes de Bellas Artes (está cerca de galerías y artistas parisinos y su nombre «paleta de colores» revela la inspiración) junto con la jet set nacional e internacional. Fue frecuentado por Cézanne y Picasso, más tarde por Ernest Hemingway y Jim Morrison. El local, 100% parisiense, mantiene la decoración de los años 40 (sepa que su fachada y el comedor están inscritos como Monumentos Históricos). Hoy La Palette sigue estando de plena actualidad y lo frecuenta un público entre bohemios, creativos empresarios y gente guapa. En primavera la terraza con vistas a la calle Jacques-Callot se pone animadísima.

Le Comptoir des Canettes

Y si lo que le va es un lugar sin más artificios que unas mesitas y taburetes bajos donde tomar un buen vin rouge, hay una pequeña taberna en la rue des Canettes, en pleno Saint Germain Des Prés: Le Comptoir des Canettes, también llamada «Chez Georges«. Aquí no encuentra una carta de vinos sofisticada de etiquetas elitistas ni de diseños hípsters. Es un sitio muy auténtico, con un estilo entre intelectual y de barrio, que sigue prácticamente igual desde el primer día (sin ningún cambio o «lavado de cara» importante); y que, una vez entrada la noche, en la parte del sótano el ambiente se anima y se torna todavía más retro al ritmo de canciones francesas clásicas.

A la buena mesa

En un país conocido por su fama gastronómica, la capital es un paraíso para el deleite de la buena mesa. Tras un día lleno de incentivos visuales, estos dos lugares son un buen fin de fiesta.

Le Minipalais, experiencia esnob muy parisina

Situado en el edificio del Gran Palacio de París y con vistas al Museo de Bellas Artes, Le Minipalais no podía ser menos especial. Dirigido por el chef Éric Frechon, tres estrellas Michelin, este restaurante y terraza de 300 m2 con altas columnas, un rápido servicio y platos tan deliciosos como refinados brinda una experiencia muy parisina y ofrece un punto de referencia privilegiado para locales y turistas hedonistas. En verdad el lugar es imponente, tanto que ahí se celebran grandes fiestas de lo más granado del mundo de la moda como Dior, Chanel, Cartier y de otros sectores, como en aeronáutica lo son Boeing y Etihad Airways.

L’Oiseau Blanc

Intente conseguir una mesa en L’Oiseau Blanc, el restaurante ubicado en el sexto y último piso del Península Hotel Paris que tiene unas vistas inigualables a los monumentos más famosos de la ciudad. Aquí la cocina bajo la batuta del chef Sidney Redel es elegante, moderna y auténticamente francesa potenciando los productos estrella galos de temporada.

restaurante L'Oiseau Blanc
En verano, su terraza en la azotea es una de las más demandadas de la capital

 

Este restaurante, siempre fabuloso, tiene una enorme terraza donde en verano, en los días soleados, es todavía más atrayente comer con vistas directas, entre otras, a la Torre Eiffel. Su nombre Oiseau Blanc (Pájaro blanco) es el de un avión biplano francés que desapareció el 8 de mayo de 1927 con sus dos pilotos Charles Nungesser y François Coli en el primer intento de cruzar el Atlántico sin escalas desde París hasta Nueva York. La decoración del espacio se inspira y rinde un homenaje a ese hecho histórico de la aviación, por ejemplo incluye una réplica (a escala 1/75) del biplano del Pájaro blanco sobre el patio interior. De manera que, como no podía ser de otra manera, en aircrewlifestyle este restaurante nos entusiasma.

 

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