Viña Pomal Compromiso, el primer vino que reposará en barricas tatuadas

Seis artistas del tatuaje de renombre nacional e internacional son los encargados de grabar seis barricas de roble donde reposará una edición limitada del nuevo vino de Viña Pomal que verá la luz a finales de año.

 

La tatuadora norteamericana Megan Massacre trabajando en el grabado de su barrica.
La tatuadora neoyorquina Megan Massacre trabajando en el grabado de su barrica.

 

31 de mayo 2017,

Tatuaje y vino, dos universos en principio muy distintos. Transgresor, cañero, canalla… el primero, arraigado, tradicional y de abolengo el segundo. ¿Qué pueden tener en común ambos mundos?

Para Viña Pomal la respuesta está en que un tatuaje, como el vino, es un compromiso para toda la vida. La bodega riojana ha querido destacar ese punto de unión “tatuándose” los valores de la firma en su piel, las barricas. En concreto, reinterpretados por seis importantes tatuadores en el mismo número de barricas de roble, donde su nuevo vino, Viña Pomal Compromiso, reposará hasta final de año, fecha a partir de la cual se pondrá a la venta la edición limitada.

La presentación de las «obras» se va a realizar a lo largo de una ruta por cuatro ciudades españolas en las que cada artista dará forma mediante sus dibujos y peculiar estilo «a los valores de compromiso, origen, tradición y esa tierra desde donde nace todo», como explica el enólogo de Bodegas Bilbaínas e impulsor de la iniciativa, Alejandro López.

La primera parada fue ayer en Madrid donde en un acto en directo, Megan Massacre tatuadora de Nueva York y estrella mediática norteamericana, Jack T. Newton, el mejor tatuador de Brighton, y El Bueno, tatuador de Madrid que actualmente está despuntando con su estilo Old School renovado, pirograbaron tres de las seis barricas de roble donde descansará el vino.

La segunda cita es el 3 y 4 de junio en Bilbao. Aquí el tatuador de Portugalete Moay, conocido por sus diseños extremadamente coloridos y basados en grafitis, va a decorar la cuarta barrica. Después en la Ciudad Condal los días 10 y 11 de junio, el barcelonés Buffonetti será el artista invitado para tatuar la barrica con su estilo entre New School y japonés.

Y se cierra la ruta el 1 de julio en la propia bodega de Viña Pomal en Haro, la Rioja Alta, con Mery Raijin. La tatuadora de Aretxabaleta (Guipuzkoa), una apasionada del arte con un estilo muy personal, se encarga de grabar la última barrica. Ese día se procederá a verter el vino en el interior de las artísticas, y viajeras, barricas para dar comienzo a su crianza. En cada presentación los asistentes podrán además disfrutar de catas personalizadas y degustación de las mejores referencias de Viña Pomal.

Una manera transgresora y original de reafirmar esta marca su adeudo con los valores clásicos del vino de Rioja. De hecho muy en la línea del estilo de la propia Viña Pomal y sus vinos, que encarnando la mejor tradición vitivinícola de la Rioja Alta y sin perder de vista las características originales, han sabido desde 1908 adaptarse a los nuevos tiempos.

 

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