Pujas más antiguos: espiritualidad y tradición en estado pleno

Frente a los pandals de multitudes y gran espectáculo, está la versión opuesta: la de efecto intimista que acerca a la gente a sus creencias y raíces. Nos referimos a los retablos de Durga Puja situados en las casas nobles y antiguas de Calcuta. Por unos días abren sus puertas a todos los devotos y se convierten en templos temporales para honrar a la Madre Durga. Algunas casas llevan más de dos siglos organizando Durga Pujas y sus retablos son piezas muy valiosas, no sólo por su antigüedad sino por estar hechos con oro y materiales preciosos.

 

Pujas más antiguos, Puja en palacio de Sovabazar Rajbati
Puja en la casa-palacio de Sovabazar Rajbati. Foto © Luis Martín-Crespo

 

Los Pujas tradicionales son un importante reflejo de la herencia cultural de la ciudad. Estas familias se reúnen cada año para celebrar el Durga Puja con toda la pompa religiosa que el rito requiere. De hecho, se ocupan de mantener los rituales tradicionales para que hoy en día se siga celebrando tal y como se hacía a mediados del siglo XVIII.

Alrededor de cincuenta son las casas nobles de Calcuta que despliegan su solemne celebración Durga Puja.

Están dentro del área que en la época colonial ocupaban los nativos, “la Ciudad Negra” al norte de Calcuta, y que hoy sigue siendo un centro súper vital de tradición bengalí. Nos han llamado la atención dos de ellas.

Una por tener posiblemente el Puja más antiguo de toda la ciudad. Se trata de Sovabazar Rajbati. Según el relato popular, el pistoletazo de salida de la fiesta Durga Puja lo dio en octubre de 1757 el dueño de este palacio, el marajá Nabakrishna Deb Bahadur. El rajá organizó una celebración, a petición del general inglés Robert Clive, alrededor de un pratima a Durga simulando un retablo religioso cristiano, para honrar y dar gracias a Dios por la victoria de las tropas de Clive en la batalla de Plassey. Sobra decir que Nabakrishna apoyaba a Clive por la promesa de la Compañía Británica de las Indias Orientales de otorgarle grandes beneficios en caso de prosperar el comercio británico en Bengala.

Puja en palacio Sovabazar Rajbati
Los bengalíes más fervorosos visitan este Puja en la casa-palacio Sovabazar Rajbati. © Luis Martín-Crespo
Fachada palacio Sovabazar Rajbati
La arquitectura aquí es una mezca incohenexa de épocas y estilos. Desde bengalí e islámica, a barroca y victoriana. © Luis Martín-Crespo

 

Relatos populares aparte, la realidad es que sí fue a finales del siglo XVIII cuando se instauró la tradición de realizar en el mes de ashwin (octubre) unas fiestas privadas en las casas de familias bengalíes adineradas e influyentes como signo de estatus y riqueza. También es real que eran utilizadas para contentar a los altos funcionarios de la Compañía Británica de las Indias Orientales. Y que con ello, comenzaba la competición entre las familias por organizar cada vez el puja más caro, bonito y espectacular. No sería hasta comienzos del siglo XX cuando el rito se convierte ya en una fiesta pública en la que la ciudad entera participa.

Más que un sólo puja y un palacio, en realidad Sovabazar Rajbati lo componen dos: una casa-palacio y un palacio, situados a ambos lados de la calle Raja Nabakrishna Street, y cada uno de ellos con su propio retablo Durga Puja. El primer palacio que el marajá construyó se lo dejó en herencia a su hijo adoptivo, y el segundo a su hijo biológico.

Son una visita turística obligada en Calcuta ya sea durante Durga Puja o el resto del año.

Por su parte, la casa de la familia Narasingha Dawn merece la pena visitar en la noche de Dashami ya que tienen la peculiar tradición de disparar desde el balcón un arma para dar inicio a la procesión de todos los pratimas (retablos) de su calle hasta el río. Esta familia celebra Durga Puja desde 1859 y su retablo es uno de los más valiosos con la Diosa adornada a base de piezas de oro. En el pasado se dedicaban al comercio de especias, y en la actualidad son fabricantes y comerciantes de armas. De ahí lo del disparo.

tradición del disparo en Narasingha Dawn
Tradición del disparo en la noche de Dasham. © Luis Martín-Crespo

 

La visita a la casa Narasingha Dawn es también interesante porque es un buen ejemplo del estilo arquitectónico indoeuropeo típico de las casas antiguas de Calcuta.

Un estilo que en realidad es una mezcla de varios diferentes. Porque al igual que la ocupación europea influyó inevitablemente en la cultura y sociedad bengalí, estas casas reflejan diversos estilos arquitectónicos europeos que con el tiempo llegaron a ser absorbidos con influencias bengalíes y marwaris (grupo étnico originario de Rajastán).

Durga Puja en Narasingha Dawn
Puja en la casa de la familia Narasingha Dawn. Este patio es un buen referente del estilo indoeuropeo de las casas nobles de Calcuta. Un detalle característico, los frisos de las columnas que amortiguan el sol y la lluvia. © Luis Martín-Crespo

 

casa antigua típica de Calcuta
Decoración y estética aparte, otro detalle funcional son las rejas en la parte superior de los balcones. Casas muy grandes ya que en cada una viven el patriarca y su mujer, los hijos con sus mujeres y los nietos. Además de las hijas o hijos que no estén todavía casados, tías, etc. © Luis Martín-Crespo

 

Lo más característico es que las estancias giran en torno a un patio interior que es utilizado para dar luz y algo de corriente a todas las habitaciones. Detalles para paliar el fuerte sol y la lluvia son los frisos de los arcos con una decoración tupida que permite pasar el aire pero amortigua el sol, y los paneles fijos de persiana en la parte superior de los balcones y ventanas. Digamos que ambos hacen las veces de toldo. Los cuadros de sus antepasados y trofeos de caza en las paredes del patio le confieren mucha personalidad al espacio. Los trofeos no podían faltar dedicándose la familia al negocio de las armas de caza.

 

 

 

 

Botón volver arriba