Plumas estilográficas: cuando escribir es un lujo

En la era de Internet, la marcación por voz, el predominio de la imagen, las notas del smartphone y los programas de edición de texto, todavía quedan nostálgicos de las plumas estilográficas. Objetos de culto y coleccionismo que tantas personas utilizan, son sinónimo de elegancia y distinción. Amantes como somos de la belleza en la banalidad, hemos elegido los modelos con los que querríamos firmar todos los momentos importantes de nuestra vida. Porque la tinta y el papel son para siempre. O al menos, para largo tiempo.

 

S.T. Dupont El arte de escribir
S.T. Dupont: El Arte de escribir

 

Montblanc – Meisterstück Solitaire Blue Hour Legrand: Una soberbia pieza, de émbolo, inspirada en los colores de la ciudad en ese mágico momento previo a la salida del sol y a su caída, que conocemos como la hora azul. Su plumín artesanal, de oro 750 de 18 K y rodiado con un diseño especial, está adornado con un motivo hexagonal que también evoca ese aura única que envuelve a la urbe en el momento luminoso más apreciado por los artistas. Número de serie grabado en el clip como corresponde a una pequeña obra maestra de 1.325 euros.

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Montblanc – Johannes Brahms Special Edition: Una obra de arte para homenajear a todo un genio de la música. Esta estilográfica de resina negra incluye la reproducción de la firma del artista alemán y evoca un diapasón. Su carácter melódico se refuerza con las cinco líneas del pentagrama que decoran el capuchón, también de resina negra y platinado. El plumín, de oro 585 de 14 K, está  rodiado con la paloma de la paz.

 

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Parker – Sonnet Stainless Steel: Delicada, grácil y muy asequible (115 dólares), es una pieza de acero inoxidable, y acabados y plumín en oro. Está diseñada para garantizar una escritura cómoda en zurdos y diestros. Sin duda, un hermoso trabajo para una firma que nos transmite nostalgias del pasado.

Parker Sonnet Stainless Steel

 

Dunhill – Sentryman Fountain Pen:  La firma londinense es inequívocamente elegante. Destacamos esta bellísima estilográfica de resina negra, clip de muelle y tapón de rosca con detalles y logo. Una pluma para lucir y que hace de escribir un auténtico placer. Y un privilegio que cuesta 277 libras esterlinas (395 euros).

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Montegrappa – Bugatti Pur Sang Duotone: ¿Qué sucede cuando el diseño italiano posa sus ojos en una escudería francesa de máximo nivel? Pues que alumbran objetos tan hermosos como los de esta línea. Inspirados en el Veyron, los creadores de la firma transalpina apostaron por dotar a esta edición especial de un doble tono, como sucede con el mítico deportivo. La superficie está grabada con la inscripción «Dynamic Quilting», que recalca su parentesco con Bugatti. Desde 1.100 euros, según el modelo. Sin duda, los apasionados del motor la adorarán.

Montegrappa Bugatti Pur Sang Duotone

 

S.T. Dupont – Línea D Atelier en oro amarillo: Para aquellos caballeros con personalidad, que huyan de modelos demasiado clásicos sin querer llegar a ser estridentes. Este modelo, en oro amarillo y laca rojiza que emula el carey, es el mejor ejemplo de la dedicación de sus maestros lacadores, que reviven modelos clásicos de la firma a través de sus archivos históricos. No en vano, revisten de elegancia a sus afortunados clientes desde 1872.

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Nakaya – A Flying Dragon: No podíamos dejar fuera del listado esta exquisita firma, que bebe de la tradición artesana nipona más ancestral. Famosa por la habilidad de sus maestros especialistas en lacado, nos hemos prendado de este modelo, de edición especial y precio prohibitivo: 2.200 dólares. Fabricada en ebonita, se adorna con la técnica yukyu Tsuikin. En ella, el artesano mezcla diferentes pigmentos con la laca y moldea las diferentes partes del cuerpo del dragón, que luego pega a la base de la estilográfica. La sensación de relieve que consiguen es magistral.pluma nagaya

 

 

Rosalía Martínez

Aunque mi nombre es Rosalía Martínez, todo el mundo me conoce como Piti. Periodista gastronómica de profesión, tengo igual de inquietos el espíritu y el paladar, así que me apasiona viajar y descubrir sitios fantásticos para comer. Y contarlo y recomendar, claro. Epicúrea convencida. Cuando no como o viajo, leo y veo series.

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