José Naranja, de ingeniero aeronáutico en Airbus a “cuadernista”

José Naranja es ingeniero aeronáutico y un fanático de los viajes. Hasta hace apenas tres años desempeñaba su profesión en la empresa Airbus. Su trabajo le apasionaba, pero había algo que le fascinaba aún más: coger la maleta y salir de casa en busca de nuevos horizontes. Por eso, cada vez que tenía días libres, programaba una escapada. Y siempre dejaba constancia de sus destinos en pequeños cuadernos de viaje, que atesoraba como si fueran rescoldos de sus emociones viajeras. Eran pequeños espacios de libertad donde él iba ejecutando lo que hoy ya muchos consideran obras de arte y en las que cabía de todo: frases, caligrafías, ilustraciones, etiquetas, sellos, reflexiones, tickets de barcos, direcciones útiles, tendencias, sugerencias, planos, mapas, recetas de cocina, nuevos universos…

 

Sus cuadernos son pequeños espacios de libertad donde cabe todo.
Sus cuadernos son pequeños espacios de libertad donde cabe todo.

 

Lo que nunca imaginó José Naranja es que aquellos cuadernos de viaje le iban a permitir un día dedicarse a su primera gran pasión. Así que hace tres años se despidió de su empresa y comenzó a comercializar “El manuscrito Naranja” (The Orange Manuscript), una reproducción en facsímil de las páginas más hermosas de las miles que había ido completando a lo largo de los años. Es un cuaderno de artista artesanal, porque salvo del papel, él se ocupa de la encuadernación y del cosido de los pliegos recortados. Lo vende a 285 euros y, gracias a esta aventura empresarial, puede dedicarse a recorrer el mundo y ejercer otra profesión: la de “cuadernista”, un vocablo que aún no está recogido en el diccionario de la Real Academia Española, pero nunca se sabe…

Lápices de colores y tinteros

La culpa de todo la tuvieron las redes sociales. José Naranja comenzó a publicar en Instagram algunas de las páginas de sus cuadernos y los “likes” no paraban. Hasta alcanzar los 200.000 seguidores. Vio que su trabajo gustaba y un buen día decidió dar la vuelta al mundo cargado de lápices de colores, tinteros varios y muchos cuadernos. Y fue en el Transiberiano, concretamente en 2007, donde comenzó a madurar la idea de explorar una nueva forma de ganarse la vida y descubrir los destinos de una forma diferente. Dicho y hecho.

“Esta pasión era incompatible con un trabajo de oficina de 8 horas. Así que abandoné Airbus hace tres años para explorar y crear, porque descubrí que el cuaderno de viaje tiene mucho potencial, incluso ahora que parece que nadie escribe”, afirma José Naranja, que nunca sabe qué día va a regresar de los viajes, porque siempre deja la vuelta abierta. Ahora se encuentra en Asia, entre Tailandia y Taiwan, una región que le fascina y que le ha modificado incluso su forma de pensar. “Los viajes te permiten descubrir muchos puntos de vista y desconectar para entrar en otros universos”.

Cuadernos de viaje de José Naranja
En sus cuadernos hay frases, caligrafías, ilustraciones, etiquetas, sellos, reflexiones, tickets de barcos, etc.

“No pongo límites”

¿Qué mete en estos cuadernos, que son un viaje en sí mismos? “No pongo límites, puede entrar de todo”, contesta. “Mezclo ideas, experiencias, inventos absurdos, curiosidades, píldoras de humor… Aquí escribo lo que quiero, cualquier cosa me vale, incluso notas de otras personas. Sólo intento que sea de una manera bella, con caligrafías extrañas y bonitas que sorprendan y con dibujos cuidados. Todo esto son herramientas para contar ideas y experiencias. Y esto lo puede hacer todo el mundo. Además, el tiempo de elaboración, que conlleva un ritmo lento, me va llevando a senderos nuevos, a reflexiones e ideas que, de  otra manera, no descubriría. Para mí, los cuadernos son unos maestros y todo lo que atesoran es contenido real”.

A José Naranja le fascinan el “Codex Seraphinianus” de Luigi Serafini y los bocetos y cuadernos de dibujos de Leonardo da Vinci. Y también es seguidor del artista estadounidense Peter Beard, creador también de fascinantes cuadernos y diarios. “No existe la profesión de cuadernista, porque los cuadernos son sólo medios e instrumentos para determinadas profesiones”, explica. “Un arquitecto utiliza el cuaderno para hacer después un edificio y Leonardo, para hacer arte, aunque finalmente sus propios cuadernos acabaron siendo obras maestras. No hay muchos. Ser cuadernista ya es raro, pero encima vivir de ello, sí que es extraño, tanto como vivir del arte. En mi caso yo escribo para mí, no admito encargos, pero da la casualidad de que a la gente le gusta lo que hago y me lo pide, porque le sugiere cosas, inspiración es la palabra que más me transmiten mis seguidores”.

A José Naranja le fascinan el “Codex Seraphinianus” de Luigi Serafini y los bocetos y cuadernos de dibujos de Leonardo da Vinci.
A José Naranja le fascinan el “Codex Seraphinianus” de Luigi Serafini y los bocetos y cuadernos de dibujos de Leonardo da Vinci.

“Son como mis criaturas”

Cree José Naranja que cada vez hay más gente que le interesa el mundo del arte aplicado a los cuadernos, las tintas, las caligrafías, los dibujos, las sorpresas… “Me sorprendí mucho al detectar que cada vez más personas están interesadas en este mundillo”, dice mostrando sus cuadernos, que han hecho casi tantos kilómetros como él en sus viajes por el mundo.

“Mis cuadernos son como mis criaturas, como seres vivos que sorprenden. Los encuaderno de diferente forma, con distintas portadas, con materiales nuevos, con piel, etc. No son perfectos porque son artesanos. Pero si pones pasión y energía, el trabajo sale bien”, asegura José Naranja, quien siempre se ha negado a vender los originales de sus demandados cuadernos. “Por eso, se me ocurrió la idea de editar el Manuscrito Naranja, porque hoy las técnicas de reproducción en facsímil son espectaculares”.

“Mis cuadernos son como mis criaturas, como seres vivos que sorprenden”, dice José Naranja.
“Mis cuadernos son como mis criaturas, como seres vivos que sorprenden”, dice José Naranja.
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PILAR ORTEGA

Nací en Madrid un 8 de marzo y prácticamente desde entonces tengo un libro entre las manos. Me licencié en Periodismo y mi trayectoria profesional se ha desarrollado casi siempre en las secciones de Cultura de periódicos nacionales: “El Mundo”, “La Razón” y “Ya”. Ahora colaboro como “freelance" con diversas publicaciones y también he puesto en marcha un proyecto que enlaza los viajes con la literatura. Soy autora de varias guías publicadas por la editorial Anaya Touring con las que me sumergí en países tan interesantes como Ecuador, Bolivia o Costa Rica. www.viajesynombres.com es mi aventura más personal.

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