Las 10 terrazas de verano en España que tienes que conocer

Los españoles tenemos un poco de búho y algo de lagarto en nuestra relación con las terrazas: nos encanta disfrutar de largas veladas al fresco cuando la canícula da una tregua, pero tampoco le hacemos ascos a tostarnos al sol, en muchos casos, aunque el mercurio esté muy alto. Adoramos esta forma de vivir, dos realidades que nos apasionan: la calle y la gastronomía. En Aircrew Lifestyle no nos hemos podido resistir a preparar un recopilatorio de diez terrazas repartidas por la geografía española que merece la pena conocer sí o sí. Para cenar, tomar una copa y disfrutar del cielo y de la brisa a la hora que prefieras.

Madrid

The Hat: Es una de las  imprescindibles de la temporada, y ofrece unas encantadoras vistas. Se trata, en realidad, de la terraza de un hostel diferente, de diseño, pensado para viajeros de presupuesto limitado y buen gusto. Mejor de noche, para apreciar, además, la nueva iluminación de la cúpula de San Isidro.

La Terraza del hotel Santo Mauro: Este precioso palacete cuenta con una terraza-jardín a la altura del establecimiento donde se encuentra. Es muy popular su brunch dominical, perfecto a la sombra de los centenarios castaños que pueblan este precioso rincón. Gastronomía de corte internacional en desayunos, comidas y cenas.

Barcelona

Dos Cielos: Parada obligatoria para los gastrónomos más exigentes que busquen las mejores vistas de la ciudad y cuenten con un presupuesto relevante. Este sofisticado local, ubicado en el hotel Meliá Barcelona Sky, es el laboratorio creativo y el centro de operaciones de Sergio y Javier Torres, la televisiva pareja de hermanos cocineros responsable del programa Cocinados. Su terraza ofrece una panorámica única de la ciudad. El restaurante, pura creatividad, tiene dos estrellas Michelin y cuenta incluso con un biohuerto en la planta superior y con un sensógrafo gastronómico y un sensor ambiental, que garantizan una de las experiencias más curiosas de Barcelona en su categoría. Una vez que ha terminado de comer, el cliente se acerca a esta instalación, donde asigna valores a diferentes parámetros. El sistema, según la información proporcionada, asigna formas visuales únicas para cada comensal, que se reproducen en la web.

Xiringuito Escribà: un chiringuito no tiene por qué ser ese lugar atestado donde las bebidas tienen un precio astronómico y una comida casi siempre deleznable. Joan Escribà, cocinero perteneciente a una de las sagas reposteras más conocidas del mundo, lleva desde 1992 a pie de playa ofreciendo exquisitos arroces a precios razonables. Buenas copas y, cómo no, hay que probar sus postres, que son una delicia. Porque sí: hay que dignificar el chiringuito. Por cierto, acaban de estrenar, enfrente, La Guinguineta, un espacio de cocina mediterránea de influencias internacionales a precios también democráticos.

Valencia

L’Umbracle: La Ciudad de las Artes y las Ciencias también puede ser el enclave perfecto para disfrutar de una noche de copas, música y gente guapa. Es un jardín de 4.000 metros cuadrados con una elegante y sofisticada decoración donde no escasean las mejores fiestas.

Sevilla

La Casa del Estanque: Es, probablemente, el espacio de moda de este verano. Durante años, el edificio, ubicado en los encantadores Jardines de las Delicias (enfrente del Parque de María Luisa) estuvo abandonado, hasta que hace poco se convirtió en la preciosa terraza que luce espectacular en las noches de estío. En el jardín se puede disfrutar de su pista de baile con mesas altas para los que quieran tomar una copa y charlar. También se puede cenar al aire libre. ¿La carta? Cocina de mercado de inspiración internacional que apuesta por el producto fresco y de estación. También hay un salón interior para los que prefieran el aire acondicionado o sean frioleros (cosa que, en esta hermosa localidad, sucederá en otoño con toda seguridad).

Bilbao

Yandiola: La mejor cocina vizcaína late y evoluciona a golpe de creatividad, técnica y producto excelente en este sofisticado restaurante comandado por el chef Luis Miguel Calderón. Lo mejor del mar y de la tierra sin artificios, pero con imaginación y honestidad, a precios altos acordes con el nivel del establecimiento. Tomar una copa en su cuidada terraza, o uno de sus cócteles, será el colofón de una notable experiencia gastronómica.

Ibiza (San Lorenzo)

La Paloma: Ibiza no es solo música electrónica y precios desorbitados. Basta alejarse un poco de los puntos más turísticos para descubrir pequeñas joyas como este café-restaurante donde se puede desayunar, comer o cenar rodeado de flores, naranjos y limoneros, en un jardín paradisíaco. Gastronomía mediterránea, con focaccias artesanas y multitud de propuestas vegetarianas con presentaciones llamativas. El lujo de la tranquilidad.

Calviá (Palma de Mallorca)

Balneario Illetas: La playa de Las Illetas es un trozo de arena y mar de aguas cristalinas por el que, al menos, hay que asomarse. En ella hay un hermoso restaurante, edificado en 1958 y considerado Patrimonio Histórico del municipio, que dispone de dos terrazas. Una de ellas está concebida, fundamentalmente, para comer o cenar, mientras que su espacio lounge es perfecto para tomarse una copa o un vino. El establecimiento gestiona la zona de hamacas, donde se puede almorzar, disfrutar de un reparador masaje o simplemente desconectar del mundo y sus ingratitudes.

 Santander

La Terraza del Judío: Es la espléndida terraza de la Casona del Judío, proyecto gastronómico liderado por el joven cocinero Sergio Bastard, de la mano de Jesús Álvarez (El cenador de Amós) y el empresario Carlos Crespo. Juntos volvieron a dar vida culinaria a esta casona indiana del siglo XIX, que albergó un conocidísimo restaurante de la capital. En esta ocasión, en el local se sigue la línea de los neobistrós europeos, con una carta informal pero impecable donde brilla el producto.

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