La experiencia multimedia del Aeropuerto de Viena nos adentra en todo lo que no se ve y sucede dentro de un aeropuerto
¿Cómo se ve el mundo desde la cabina de mando? o ¿cómo funciona un aeropuerto durante las 24 horas del día? ¿Por qué fases atraviesa una maleta en su camino a la bodega del avión? Con ayuda de seis proyectores láser, la sala de experiencia de la Terminal 3 del Aeropuerto de Viena da respuesta a esas preguntas, y a otras más.
La experiencia multimedia del Aeropuerto de Viena ofrece la oportunidad de ver desde dentro todo lo que sucede en un aeropuerto
Volar fascina a muchas personas, grandes y pequeñas, y el aeropuerto vienés no solo atrae a pasajeros, también a visitantes sin tarjeta de embarque. En 2018, más de 160.000 personas acudieron al centro de visitantes Visitor World del mayor aeropuerto de Austria, a pocos kilómetros de la capital, para conocer cómo funciona un aeropuerto. La experiencia empieza disfrutando de un tour en autobús por la plataforma del aeropuerto y accediendo a la terraza panorámica para ver en directo la bulliciosa actividad y vivir el rugir de los aviones. La idea de estos recorridos es adentrar al visitante en todo lo que está sucediendo en ese momento en el aeropuerto.
Así durante el recorrido, los participantes además de ver las maniobras de las aeronaves, pasan junto a los hangares, el Centro de Aviación General con lujosos jets privados y mucho más desde muy cerca. El aeropuerto también organiza recorridos especiales llevando a los visitantes al Airbus A380, al cuerpo de bomberos del aeropuerto y a lugares especiales como el legendario Breitling DC3, uno de los aviones históricos más bonitos del mundo, cuando pasa por este aeropuerto durante su gira mundial.
Por último, el tour tiene su momento cumbre en el Visitor World del Aeropuerto de Viena. Una superficie de más de 600 m², donde conocer datos interesantes sobre el mundo de la aviación a través de unas instalaciones multimedia con tecnología de vanguardia. El espacio está diseñado por un autor de libros infantiles y estrella de la televisión austriaco llamado Thomas Brezina, y ofrece a los amantes de la aviación una buena visión del mundo de los aeropuertos, incluyendo la posibilidad de asomarse a una cabina de mando.
Experiencia multimedia por cuatro mundos del aeropuerto
La visita virtual, totalmente automatizada en cuatro estaciones, guía a sus integrantes por varias zonas temáticas que simulan 24 horas en la vida del aeropuerto.
Así el visitante primero entra en una gran réplica de cabina para experimentar desde la perspectiva del piloto un vuelo con despegue y aterrizaje en el aeropuerto de Viena.
Después para ver el periplo de una maleta desde el mostrador de facturación, el espectador “pasa” por la infraestructura de clasificación de equipaje del aeropuerto -de una longitud de catorce kilómetros- con innumerables clasificadores con bandejas basculantes, y por los controles de seguridad, hasta su entrada en la bodega de la nave.
También experimenta cómo se siente un controlador aéreo en la torre. Descubre cómo funciona la coordinación del tráfico aéreo y la regulación de los vuelos sobre el espacio aéreo del país.
Por último, en un video de gran formato se muestran otras cuantas de la infinidad de actividades que mantienen más que animado al aeropuerto las 24 horas del día.
En definitiva, se trata de experimentar desde dentro todos los aspectos relacionados con coger un vuelo, descubriendo cosas interesantes sobre las operaciones aeroportuarias, el control del tráfico aéreo, qué se hace en cada puesto de trabajo y mucho más.
Imágenes impecables de colorido vivo y vibrante
Para la gran proyección de la “zona de cabina” el operador aeroportuario confió en seis proyectores de fósforo láser de la compañía de tecnologías visuales y de audio Christie. Se tratan de unos equipos que garantizan una reproducción muy precisa del color y sin mengua alguna de brillo, y que permiten obtener una imagen uniforme a pesar de la cortísima distancia entre los visitantes y la pantalla, al igual que en cualquier simulador de vuelos en los que entrenan los pilotos. Consiguen que las imágenes se materialicen con el mayor realismo posible para una experiencia imborrable. El resultado es impresionante.
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