Buenas razones para hacer surf en Galicia
Para ir a Galicia no hacen falta demasiadas excusas. Pero si haces surf, esta tierra que vive de cara al mar te dejará atrapado para siempre. Aunque desde luego, si te llevas la tabla a tu escapada ten por seguro que no solo te dejarán marcado sus olas. Hay un montón de buenas razones para practicar surf en Galicia. ¿Te dejarás convencer por las que te damos?
Adiós a las aglomeraciones
Decir que Galicia tiene unas playas preciosas no es nada nuevo. Pero es que además hay otra gran ventaja de carácter práctico. Sus spots (el lugar idóneo para practicar surf, eso significa esta palabra anglosajona) no están en su mayoría nada masificados, como sí sucede en otros puntos de Euskadi, Canarias o Cantabria, más conocidos por el gran público a la hora de coger la tabla y, por tanto, más incómodos a la hora de disfrutar de una buena surfeada. Además, las olas de Galicia tienen una calidad estupenda. Así que todo son ventajas: más tranquilidad y buenas olas.
Con cabeza, la climatología no es problema
El norte de España tiene un clima atlántico, y ya sabemos lo que eso significa: llueve bastante y a veces hay marejadas. Sin embargo, con un poco de sentido común, nociones básicas de climatología y sobre el spot elegido, la práctica del surf es segura en cualquier época del año. ¿Qué hace mucho frío? Nada que un buen neopreno no solucione. ¿Que llueve? Te vas a mojar igual sobre la tabla.
Playas perfectas para cualquier nivel
Hay muchas playas ideales para los surfistas en Galicia. ¿Nuestras recomendaciones? En la provincia de A Coruña, por ejemplo, hay algunas ideales para este deporte. En A Coruña hay varias especialmente recomendables. Una es la de Pantín, que acoge desde hace varios años el Pantín Classic Galicia Pro, una prueba prestigiosa que en 2009 el Pantín Classic fue nombrado mejor evento deportivo de Galicia por la Xunta. Con olas durante casi todo el año, es una preciosa playa prácticamente virgen que ostenta el honor de ser, desde 2010, y junto con Azores, la única playa de Europa en la que se celebran simultáneamente una prueba masculina y femenina WQS 6 estrellas. El año pasado cumplió 29 ediciones, y se festejó por todo lo alto, con un campamento base para surfistas con terraza, futbolín y chill out, así como todo tipo de actividades complementarias: desde clases de surf gratuitas, fiestas surferas, barbacoas…
Otro spot ideal para novatos y personas con nivel medio-alto es la de Razo (Carballo), muy querida entre los aficionados al surf y con seis kilómetros para disfrutar del mar a tus anchas. Otra que es ideal para coger unas olas es la de Bastiagueiro. Su arena blanca, su fuerte viento y las aguas tranquilas que posee son ideales para disfrutar del surf y del kitesurf. Hay otras muchas en su geografía: basta con informarse un poco para localizar alguna perfecta según nuestra ruta de viaje.
Multitud de escuelas para aprender a manejarse
Si te atrae el mundillo del surf pero no sabes nada sobre este adictivo deporte, Galicia es un lugar ideal para aprender a defenderse sobre las olas. Hay muchas escuelas con muy buen nivel, profesionales formados y un gran conocimiento de las playas que tienen alrededor. Una de las mejores, en la provincia de A Coruña, es la escuela de surf Artsurfcamp. Tiene su base en la playa de Razo, aunque como se encuentra en el monumental entorno natural de la Costa da Morte, tienen alrededor un montón de playas en las que el mar es bravo, los paisajes son espectaculares y que resultan óptimas para aprender a surfear y disfrutar, de paso, de otros deportes de aventura. Si en una de ellas las condiciones no son las adecuadas, basta con cambiar a otra, como las de Bastiagueiro, Orzán, Valcobo, Sabón o Caión. Con más de doce años de experiencia, sus cursos de surf combinan prácticas en vivo con teoría, corrección a través de vídeos, surf libre y campeonatos. Hay distintos niveles y edades, y las clases están pensadas para que el alumno pueda evolucionar de forma segura y notoria.
Buena gastronomía, alojamientos de todo tipo… ¡Es un paraíso!
Otra razón para elegir Galicia como destino para hacer surf está en todo lo que puedes disfrutar una vez que hayas dejado la tabla, o antes. Su gastronomía atlántica es un auténtico regalo para los gallegos y sus visitantes, que disfrutan, por igual, de un pescado y marisco llenos de sabor, una buena huerta y carnes y productos lácteos espectaculares. Además, junto a restaurantes con premios y estrellas, hay multitud de establecimientos mucho menos costosos, pero en los que se come fantásticamente. En definitiva, los spots están rodeados de todo tipo de servicios para estar cómodo y disfrutar de los alrededores después de una buena jornada de olas.
Artesanía surfera “Galicia Calidade”
Si te gusta el mundo del sur entonces en Galicia encontrarás varios talleres que fabrican tablas para practicar este deporte de forma artesana y echando mano de la última tecnología. Bowltash Surfboards (Porto do son), Zorlak (Sanxenxo), Stinky, Crab SurfBoard (Betanzos), Tofu Surfboard (Riveira)… por toda la geografía gallega hay varios talleres de shapers que pueden fabricarte una tabla en función de tus gustos y necesidades. Única, personal, intransferible y probablemente más económica que la de una gran firma.
Naturaleza en todo su esplendor
Los amantes del surf lo son, desde luego, de la naturaleza, y en Galicia no faltan espacios en los que perderse durante días. En entorno más famoso tal vez sea el Parque nacional de las Islas Atlánticas de Galicia, bellísimo, que comprende las islas de Ons, Cíes, Sálvora y Cortegada.
Además, hay en toda la comunidad seis parques naturales que a cualquier senderista le entusiasmarán. En la provincia de A Coruña encontramos dos: Fragas do Eume (uno de los bosques atlánticos de ribera mejor conservados de Europa) y el Complejo Dunar de Corrubedo e lagoas de Carregal e Vixán. Este último es el más visitado de Galicia, y por sus bellas dunas ha sido escenario incluso de películas emulando al desierto. En Ourense hay tres. Por un lado, O Invernadeiro (con deliciosos paisajes que requieren un permiso para ser visitados); por el otro, la Serra da Enciña da Lastra, un paraíso de roca caliza, material poco habitual en Galicia, más granítica. Por último, en Baixa Limia-Serra do Xurés, encontramos el límite con Portugal y una infinita sucesión de bosques. En Pontevedra encontramos el Parque Natural de Monte Aloia, primero en ser declarado en Galicia e ideal para largas caminatas.
