Una buena lectura y un buen vino: el acertado maridaje de Ramón Bilbao y Javier Reverte
Un buen libro y un vino, igual de bueno o más, pueden ser el mejor plan en casa. Hay una buena noticia para ello… Ramón Bilbao y el escritor Javier Reverte acaban de aunar su maestría para crear una propuesta muy especial. Una edición limitada, que la bodega sacó el pasado 1 de noviembre, de un excelente D.O. Rioja Gran Reserva 2011 al que ha llamado “El sueño de Ramón Bilbao”, y que viene acompañado del primer capítulo del libro que Reverte ha escrito sobre la historia el propio Ramón Bilbao, fundador de estas bodegas.
Un acertado maridaje. Y es que ambos, el fruto de las vides y los libros, despiertan sensaciones, anhelos, deseos, imaginaciones, sacuden los sentidos. Como lo describía el director general de Bodegas Ramón Bilbao, Rodolfo Bastida, durante la presentación de este pack de vino y literatura:
“Al igual que las novelas, en una copa todos los aromas que fluyen te trasladan a experiencias vividas, a un paisaje o te recuerda a personas”.
El libro recoge el viaje entorno al vino, por el mundo, que emprendería en 1924 Ramón Bilbao, un hombre aventurero, emprendedor, innovador y amante de la cultura que convirtió su pasión en su ambición. Así sacó adelante unos vinos únicos que le llevaron a fundar la Bodega Ramón Bilbao. Se imprimirá una tirada de 1.000 ejemplares gratuitos y también está disponible en formato e-book.
Para tal temática la bodega lo tuvo claro. Sería el escritor y periodista Javier Reverte quien se encargaría de relatarlo. Y es que él también ha pasado gran parte de su vida viajando por todo el mundo, inspirándose en sus vivencias para crear sus novelas y sus libros de viaje, género en el que es uno de los autores más leídos en nuestro país.
El vino de esta edición, por su parte, representa y retrata a la perfección la personalidad de su homónimo fundador. Un caldo con carácter propio que nace de uvas procedentes de viñedos viejos con más de sesenta años y con unas características específicas de acidez y PH que aseguran su longevidad. Criado treinta meses en barrica de roble americano y treinta y seis meses en botella, en total quietud y oscuridad, en una bodega subterránea ha dado como resultado la producción de 7.500 botellas. Su color es rojo granate de intensidad media alta, como el sillón donde Ramón Bilbao soñó que algún día sería productor de vino, según explica la bodega. Y es elegante con aromas a fruta madura, moras, ciruelas y toques a cereza.