Tiendas gourmet: un paseo por lo mejor de Europa
Vivas y bravos a la burbuja gastronómica, que no solo ha favorecido la apertura de una ingente cantidad de bares, restaurantes, espacios gastronómicos, neotabernas y bistrós con gusto por el neologismo. Porque también, gracias a esta fiebre por la buena mesa, nos hemos vuelto más sibaritas y también queremos cocinar y disfrutar de exquisitos productos en nuestro propio hogar. Porque el bocata de sardinas sabe mucho mejor con pan artesano y con conservas de pequeños productos, hemos preparado una selección de las mejores tiendas gourmet de Europa. Deje el imán para mejor ocasión: regale gastronomía en sus viajes.
Madrid
Isolée: Si algo nos gusta, además del diseño de este precioso multiespacio de Chueca y de Claudio Coello es que, además de delicatessen, encontramos ropa de marcas tan especiales como Muro.exe (ya os hablamos de sus zapatillas), Nixon o complementos de Guille García Hoz, accesorios para los hogares más selectos y todo tipo de productos de belleza de firmas (Valmont, Travalo y un largo etcétera). Y por supuesto todo tipo de aceites, aliños, cervezas, champañas, chutneys, condimentos, vinos, tés, infusiones, azúcares para los hocicos más aterciopelados y los armarios y alacenas más coquetos.
Barcelona
Colmado Múrria: somos unos sentimentales con estómago fino, así que en la ciudad condal siempre visitamos este precioso ultramarinos modernista del Ensanche, en el que desde 1898 ponen a disposición de su selecta clientela los mejores quesos, jamones, aceites, conservas y una larga lista de productos para soñar y probar. Cuenta con un servicio de asesoría gastronómica para cualquier ocasión.
París
Richart: Los amantes del más fino chocolate enloquecerán y sentirán deseos de disparar su curva glucémica hasta el infinito con su colección de bombones: desde los pequeños e intensísimos petits hasta los rellenos de frutales ganaches, por no hablar de sus afamados macarons, un dulce que cualquier visitante de la Ciudad de la Luz debe probar sí o sí. En su boutique de Saint Germain o de la Rue Bonaparte, una caja de nueve de ellos cuesta 24 euros, así que hágase una idea de lo selecto del producto.
Londres
Mrs Kibbles Olde Sweet Shoppe: Pensar en un tienda de delicatessen en Londres nos traslada automáticamente hasta el lujo británico de Fortnum & Mason. Sin embargo, aunque somos unos entusiastas defensores de su elegancia algo rancia, hoy hemos preferido resaltar en el listado el encanto de las dos tiendas de Mrs Kibbles Olde Sweet Shoppe. Su especialidad son las chucherías de aspecto tentador, con una variedad asombrosa y tarritos decorados con todo mimo y detalle. Ratones de azúcar, champiñones de coco, para retros y nostálgicos (pulseritas de sidral y similares)… Un regalazo de lo más goloso.
Roma
Eataly Roma: Un macroespacio en torno a la mejor cocina italiana con 17.000 metros cuadrados, quince pequeños restaurantes temáticos (de piadinas, chocolates, pasta) y un gran restaurante, Spazio; un enorme mercado para hacer la compra y llevarte los mejores productos de la ciudad, sitios para hacer cursos, librería, laboratorio didáctico para niños… y todo en una antigua terminal aeroportuaria en la que podemos volvernos pazzi (locos). Sin duda, una de las aperturas gastronómicas más ambiciosas de los últimos años.
Lisboa
Loja das Conservas: Lisboa tiene muy presente el mar en toda su cultura, y las conservas de pescado y frutos del mar son parte importante. En cualquiera de las dos sedes de esta simpática tienda podrás disfrutar de las mejores y más originales, de firmas tan conocidas en nuestro «país primo» como La Gondola, Ramírez o Janus. De caballa, las típicas sardinas, bacalao… Un lujo en lata.
Berlín
Goldhahn & Sampson: El corazón de Alemania es una de las mecas de los foodies (pedimos perdón por usar esta palabra, pero es que nos hace mucha gracia, vaya de antemano la pastilla de cafetidrina para los señores de la RAE). Nos hemos decantado por esta encantadora tienda donde podemos asistir a un sinfín de cursos culinarios (de temáticas tan diferentes como hacer galletas de Navidad o currys tailandeses), comprar productos deliciosos para nuestra despensa, tomar un café o llevarnos panes y pasteles hechos a mano. Si prefiere algo más grande, siempre puede pasarse por el KaDeWe, los conocidísimos grandes almacenes, cuya sección gourmet es una de las más grandes de Europa.
Viena
Julius Meinl Am Graben: Viena es cultura de café. Y si alguien sabe de café esa es Julius Meinl, una compañía con más de 150 años especializada en los mejores granos de la bebida más popular del mundo. En su espacio de la calle Graben podemos elegir entre acudir a su estupendo restaurante, tomar un café en su cafetería, una copa en el Wine Bar o probar su sushi, sino además dejarnos el sueldo en sus infinitas exquisiteces y caprichos refinadísimos. Como para morir de síndrome de Stendhal, pero en goloso.
Bruselas
Pierre Marcolini: El chocolate es, con permiso de la cerveza, una de las glorias nacionales de Bélgica. Y en la plaza del Sablon de su capital encontramos la sede principal de uno de los mejores maestros chocolateros del mundo, empeñado en envolver con su labor a esta dulce pasta en un aura de nobleza y distinción sin igual. Un auténtico aluvión de exquisitos bombones, tabletas que evitaremos compartir y confituras y chucherías para sibaritas a precios acorde con la fama.
Estocolmo
Nytorget Urban Deli: Además de bar y restaurante, podemos adquirir un montón de deliciosos productos gourmet en esta tienda del corazón del SoFo, el barrio más cool y hipsters de la capital sueca. Un sitio perfecto (cómo no) para darle al brunch.