Sevilla sabe a Semana Santa

No tiene la fama de las umbrías capitales del Norte, pues ni se experimenta tanto ni se innova como en Madrid o Barcelona. Pero podemos decirlo a voz en grito: ¡Qué bien se come en Sevilla! Y si hay una época del año en la que dé gusto irse a tapear en la ciudad hispalense (absténganse los enoclofóbicos) es en Semana Santa. Estos siete intensísimos días (diez en verdad, porque la cosa se vive mucho desde el Viernes de Dolores) sirven para vivir la folclórica y peculiar devoción popular, sus calles ya perfumadas de azahar, sus monumentos engalanados… y su gastronomía. Hoy le ofrecemos algunos bares y restaurantes para gozar con la mejor gastronomía cofrade de Sevilla. ¡Al cielo con ella! Porque Sevilla sabe a Semana Santa

 

Torrija y olé. Foto de Caty Mayol.
Torrija y olé. Foto de Caty Mayol.

 

Torrijas y pestiños: la más dulce tradición

Nota aclaratoria: los sevillanos elaboramos las torrijas empapadas en miel, no solo en almíbar y leche, y utilizamos un pan de molde que no tiene nada que ver al que usted usa en sus tostadas. Dicho esto, podrá disfrutar de la gozosa sensación que producen estas frutas de sartén en su boca. Respecto a los pestiños los tenemos de dos clases: con miel (algo empalagosos, pero exquisitos) y rebozados en azúcar. Con y sin bolitas de colores, a gusto del hacedor. Los y las mejores en ambos categorías son las que hacen nuestras madres/padres, pero a la hora de salir no es cuestión de que nos metamos con un tupper en las bullas para que usted las pruebe. Ahí van unos cuantos sitios buenos:

Ochoa: Clásico de la ciudad con muchos años de tradición. Parada obligatoria para los amantes del buen hojaldre y de las torrijas, claro, que también puede llevarse a casa junto a pestiños o deliciosa comida preparada. No deje de pedir un batido de fresa de helado: palabra que están de miedo. Hay sucursales en Sierpes (la de toda la vida) y en República Argentina.

Confitería La Campana: Todo el año deja obnubilado a los paseantes con sus escaparates, con figuras de azúcar de La Giralda y otras virguerías dulces. Son muy famosas sus torrijas, muy compactas y contundentes. También ricos pestiños.

 

Póngale pegas a estos pestiños... Foto de estringita.
Póngale pegas a estos pestiños… Foto de estringita.

 

Manu Jara: Este prometedor pastelero lleva años acaparando buenas críticas desde su coqueto obrador-pastelería en plena Triana. Hace las torrijas en distintos formatos y unos pestiños circulares. Y otras cosas ricas que debe probar. Muy cerquita de la Esperanza de Triana.

Confitería San Pablo: Al lado de El Corte Inglés encontramos este local, lleno de solera, donde cada año deben salir miles de deliciosas torrijas y grandes pestiños (también pequeños, pero nos gustan más los otros) que los sevillanos devoran. Son los mismos que los de La Confitería Los Ángeles, otro must golosón.

 

Espinacas con garbanzos
Esto resucita a un muerto, palabra. Foto de Meng He.
Esto resucita a un muerto, palabra. Foto de Meng He.

 

Habitualmente sin bacalao, las espinacas con garbanzos son un plato muy característico de Sevilla durante todo el año, y son muy populares en Semana Santa. Y están tan buenos que raro es el sitio donde no se incluye en la carta de cualquier sitio que se precie. Nosotros le hemos elegido los mejores, claro.

El Rinconcillo: El restaurante más antiguo de España (desde 1670, mire usted) es un punto clave que debe visitar cualquier turista, y está lleno de locales que aprecian su tapa estrella. También hay buenos fritos de bacalao y chacinas de impresión.

Cafetería Donald: Sin duda, uno de los mejores sitios para comer ensaladilla rusa de España. El secreto está en la mayonesa que hacen, aunque también hay que decir que tienen sus días. En esta época, tiene un rival en las espinacas con garbanzos. Ambiente taurino y parroquiano.

Casa Manolo: en Triana no hay que dejar de visitar este bar, muy cerca de la “plaza” (El Mercado de Triana) donde ponen unos garbanzos con espinacas de escándalo. Y de postre, acompáñelos con un arroz con leche. Su toque de anís enloquece… De desayuno, sí o sí, los picatostes.

El Tremendo: Es un bar pequeñísimo y siempre está hasta la bandera. Tiran muy bien la cerveza y, junto a la rosada con gulas y los caracoles (si es época) merece la pena ir. Y mirar la velocidad de vértigo de los camareros.

Pavías de Bacalao

Más conocidas en la mitad norte de España como soldaditos de Pavía, esta delicia elaborada con bacalao, el más cofrade de los peces, es un manjar obligado en esta época para cualquier hispalense. Están exquisitas las de El Rinconcillo, y en Triana las elaboran muy bien en La Primera del Puente, emblemático local de la Calle Betis. Tampoco pierda de vista la de Las Golondrinas, otro sitio que se pone de bote en bote, con dos establecimientos en Triana. A nosotros nos gusta el de la calle Antillano Campos.

Y de postre, croquetas de bacalao en el bar más cofrade

Si quiere usted entender un poco el sentimiento religioso-cultural más tópico de Sevilla y ponerse en la piel de un «capillita» entonces no deje de visitar Casa Ricardo. Cada centímetro del bar está decorado con láminas, fotos y cuadros de vírgenes, cristos, cruficicados, ecce homos y pasos de todas las épocas. Indispensables sus croquetas, que en esta época se sirven de bacalao. La cremosidad es extrema…

 

Rosalía Martínez

Aunque mi nombre es Rosalía Martínez, todo el mundo me conoce como Piti. Periodista gastronómica de profesión, tengo igual de inquietos el espíritu y el paladar, así que me apasiona viajar y descubrir sitios fantásticos para comer. Y contarlo y recomendar, claro. Epicúrea convencida. Cuando no como o viajo, leo y veo series.

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