Malta: el archipiélago para las nuevas formas de veranear
La belleza del archipiélago mediterráneo que es Malta lleva años cautivando al turismo internacional gracias a una afortunada combinación de belleza natural, un clima beatífico y su privilegiada situación. Más allá de las playas, su patrimonio cultural y los cursos de inglés, Malta se posiciona como un destino modernizado e interesante, con un cúmulo de novedosas e interesantes actividades con las que aspira a aumentar sus visitas y la calidad de su oferta. Malta es el archipiélago para las nuevas vacaciones. ¿Se viene con nosotros a Malta?
Una primera ventaja para conocer este país mediterráneo, cruce de culturas único, está en las facilidades para llegar hasta él. Iberia Express, por ejemplo, opera en verano la ruta con tres frecuencias semanales los martes, jueves y sábados, con salidas desde el aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas. Los billetes tienen precios más que competitivos, desde 39€ por trayecto, siempre que se compre ida y vuelta, y desde 174€ para la clase Business Express, en solo dos horas. Hay, además, una compañía nacional (Air Malta) y otras veintiséis que prestan sus servicios desde otros puntos del globo. También hasta su majestuoso Grand Harbour, el principal puerto, llegan a diario multitud de cruceros, ya que es un punto habitual de parada de estas travesías.
Una de las áreas en las que Malta se está posicionando con fortaleza está en el turismo activo. Los aficionados a la escalada, por ejemplo, tienen a disposición 1.300 rutas especialmente diseñadas a todos los niveles. En la zona de las fortificaciones de Victoria, Crazy Horse, Wied Anglu o Wied Fahan, por ejemplo, encontramos acantilados más pequeños, con vías muy accesibles para iniciados. Es muy conocido el valle de Babu, con una gran variedad de estupendas vías con anclajes en todo su recorrido, dispone de descensores para los más inexpertos y bloques compactos con muros con muchos agujeros y salientes técnicos para los más avezados en la materia.
La bici es un medio ideal para explorar los encantos paisajísticos. La ruta norte de la isla principal tiene un carácter eminentemente rural y nos ofrece relajantes baños para aliviar la musculatura en las playas de Golden Bay, Gnejma y Ghajn Tuffieha. El sur es un camino por los más de 7.000 años de historia de Malta, ideal para contemplar maravillas como sus estructuras megalíticas o los jardines Buskett.
Y si nos gusta un poco el riesgo y la aventura, sus acantilados y costas serán el mejor escenario para contemplar, desde la altura que nos ofrecen los parapentes, la belleza y la majestuosidad del país. Nosotros, temerosos, optamos mejor por los deportes náuticos. En Malta podemos disfrutar de lo último en esta línea: El Flyboard (la divertidísima propulsión de agua con la ayuda de una moto acuática). También encontraremos monitores de Jetpack, modalidad que nos permite volar hasta doce metros sobre el mar con una original mochila. Y si preferimos algo más tranquilo, entonces debemos probar el SUP Yoga, un tipo de yoga sobre una tabla de stand up paddle, una nueva manera de ponerse en forma y relajar la mente. El buceo, claro está, sigue siendo un imprescindible en la isla, por la riqueza de su fondo marino.
Sus playas y bahías son un reclamo clásico para el turismo internacional. Cabe reseñar sin embargo que, en los últimos tiempos, aumenta la preocupación en todos los destinos por aumentar la accesibilidad de sus costas. Malta está en este sentido en una fase incipiente, puesta en marcha este año con la instalación de sillas anfibias, rampas de acceso, grúas, y todo tipo de facilidades para llegar a las playas y aguas de Malta y Gozo, se han estrenado en la bahía de Għadira, Mellieħa y en Malta. La idea es instalar más rampas y herramientas que permitan a las personas con algún tipo de discapacidad (15 por ciento de la población mundial, según la Organización Mundial de la Salud) disfrutar de un buen baño en igualdad de condiciones.
Otro sector en alza en Malta es el de los festivales de música, una forma de ocio que cada vez mueve a más personas a la hora de planificar sus vacaciones. Actualmente hay hasta seis eventos destacados en este sentido, que ponen a la isla a bailar en verano. El Earth Garden es el festival ideal para relajarse y no renunciar a la compañía de los peques, aunque, avisamos, tiene un espíritu muy hippy, ecologista y hasta zona naturista. Este año cumple diez años. Si preferimos descubrir la música tradicional del archipiélago, el Ghana Fest del barrio de Floriana en Valletta será lo que buscamos. Por su parte, el Jazz Festival es uno de los más prestigiosos de Europa en este estilo musical. Este año, por ejemplo, se celebró del 22 al 24 de julio y ha contado con la participación de virtuosos como Marcus Roberts, Mike Stern o Bill Evans. Malta Music Week, el evento itinerante Sunscape Festival (recorre las tres islas) o el Farsons Beer Festival (que aúna cerveza y música) completan una oferta de lo más tentadora.
Al amparo de los avances tecnológicos y las redes sociales, la fotografía experimenta en nuestros días un boom impresionante. Cada vez son más los entusiastas de esta disciplina que planifican sus vacaciones en función de las posibilidades pictóricas. El Hipogeo de Hal Saflieni y La Valeta, en Malta; y los templos megalíticos en Gozo y en la isla principal, son auténticas maravillas reconocidas como Patrimonio de la Humanidad de la Unesco. Pero hay otros muchos puntos absolutamente increíbles, como la Laguna Azul en Comino, los Acantilados de Dingli, el pueblo de pescadores de Marsaxlokk o la famosísima Ventana Azul, descomunal arco de piedra natural de la bahía de Dwejra. Solo son unos pocos enclaves de entre otros muchos que atesora esta peculiar nación.