Lucca, pasión por la música (en la tierra de Puccini)

Se la conoce como “la ciudad de las 100 torres y las 100 iglesias”, pero, en realidad, esta denominación no se ajusta a la verdad. Posiblemente sean menos los templos diseminados por esta bellísima ciudad amurallada que mantiene intacto su viejo esplendor medieval, pero la sensación del viajero es que se va tropezando con ermitas, iglesias, conventos y campanarios a cada paso. La razón hay que buscarla en que durante 500 años esta villa de la Toscana italiana fue una república independiente (hasta 1847) y siempre se mantuvo ajena a conflictos y guerras, por lo que conserva íntegro todo su antiguo patrimonio. Aquí nada se ha destruido violentamente.

Lucca tiene casi tantos itinerarios temáticos como iglesias. Es un territorio que cuida la gastronomía –cada año, en el mes de diciembre, celebra Il Desco, un gran mercado en el que participa un gran número de productores locales-, presume del vino y el aceite -tiene trazado un itinerario enoturístico bajo el nombre de “La Strada del Vino e dell’Olio”- y también del arte -su centro histórico es Patrimonio de la Humanidad-, la arquitectura -basta echar un vistazo a sus espectaculares palacios-, la historia -desde los etruscos hasta hoy- y, por encima de todo, la música, no en vano es la ciudad natal de dos de los grandes compositores italianos: Luigi Boccherini y Giacomo Puccini.
Una afición para todos
Y es que Lucca (86.000 habitantes) es muy sensible a la música. Se percibe incluso en la calle, porque son muchos los chicos y jóvenes a los que se ve portando sus instrumentos de camino a la escuela o a casa. En los conciertos de música clásica, hay personas de todas las edades, incluso niños, que atienden y disfrutan de los acordes clásicos.
También son frecuentes las actividades vinculadas a la música y todos los años se celebra por todo lo alto el Puccini Festival, dedicado a la música de cámara y sinfónica, y que se celebra en el verano en un gran teatro al aire libre junto al lago Massaciuccoli, o el Summer Festival, abierto a todo tipo de expresiones musicales, en la plaza de Napoleón de Lucca, durante el mes de julio. Aquí han actuado, entre otros, Bob Dylan, James Brown, Mark Knopfler, Ray Charles, Eric Clapton, Ennio Morricone y muchos otros. Para el festival de 2019, ya se ha confirmado la participación de Elton John. ¿Día? El 7 de julio. Otro evento vinculado a Puccini, y que tiene lugar durante el mes de septiembre, es “Suoni di Lucca”, una serie de conciertos que se celebran en el patio del espléndido Palacio Pfanner.
Casa natal de Puccini
Para ir entrando en materia, nos podemos acercar hasta el Museo de Giacomo Puccini (Lucca, 1858 – Bruselas, 1924), ubicado en la casa natal de este compositor de ópera italiano, donde se pueden apreciar numerosos objetos personales y algunos muebles originales. Aquí descubrimos que nació en una familia de músicos y que, tras perder a su padre cuando tenía 5 años, fue enviado a estudiar con su tío Fortunato, que lo consideró un alumno poco dotado para la música y, sobre todo, rebelde e indisciplinado.

No muy lejos nos encontramos con la Iglesia de los santos Paolino y Donato, a la que asistía con frecuencia la familia Puccini. Aquí recibió el bautismo el que después sería autor, entre otras, de las óperas “Turandot” y “Tosca”.
Un gran talento juvenil
En 1878, cuando todavía era estudiante, Giacomo Puccini dio su primer concierto al piano en el Teatro del Giglio, otro de los escenarios de la ruta “pucciniana”. En ese momento, ya quedó claro el gran talento del muchacho. Este coliseo hoy conserva un bajorrelieve del escultor Francesco Petroni dedicado al célebre compositor de Lucca.
Si se quiere seguir la pista del autor italiano, también hay que visitar el Instituto Musical Pacini, porque custodia su pianoforte y el armonio con los que aprendió a tocar, una colección de sus composiciones juveniles y algunos cuadernos de apuntes usados después en el Conservatorio de Milán.

La vida cultural de un café
Otra parada obligada es Di Simo Caffé, en Via Fillungo 58, porque conserva parte de su antigua decoración y luce una placa que recuerda que fue lugar de reunión de ilustres artistas, músicos, poetas y escritores, protagonistas todos de la vida cultural de finales del siglo XIX y comienzos del XX. Y, entre ellos, estaba, cómo no, Giacomo Puccini, a quien se considera el sucesor de Giuseppe Verdi.

La ruta pucciniana puede acabar en Torre del Lago, una pequeña localidad situada a 20 kilómetros de Lucca, al sur de Viareggio, donde Puccini se asentó desde 1891. Al principio vivía en una casa alquilada, pero después se compró un pequeño terreno y levantó en él una bonita casa al borde del lago. Después de su muerte, aquí se levantó un mausoleo, donde está enterrado el compositor junto con su mujer y su hijo. Una preciosa casa, abierta también a las visitas del público, que hoy es propiedad de su nieta Simonetta Puccini.
Más información: