Las estrellas Michelin llegan a Palma para quedarse
Sabores ancestrales, secretos de cocina, una tierra con carácter y productos excelentes, chefs que merecen y consiguen estrellas Michelin, platos cargados de tradición y los cinco sentidos esperando las experiencias gastronómicas que brindan las islas Baleares.
Como botón de muestra, nos acercaremos a Palma de Mallorca con dos cocineros excepcionales que acaban de celebrar en Madrid un evento en el nuevo restaurante Arado del hotel Meliá Madrid Serrano, un lugar con una cocina tradicionalmente innovadora en pleno barrio de Salamanca. Hablamos de los chefs Andreu Genestra y Adrián Quetglas, dos primeros espadas que han sabido adaptar recetas centenarias a los nuevos tiempos, y que elaboraron al alimón un menú que pretendía combinar las esencias de Palma de Mallorca con sus mejores productos.
Y vaya si lo consiguieron, porque los asistentes al acto pudieron comprobar que Palma es un destino, no sólo cosmopolita, sino también gastronómico. ¿Por qué? Porque su cocina está basada en ingredientes locales de calidad y en recetas que han ido evolucionando desde la tradición hasta la innovación, siempre con el ánimo de realzar el sabor de sus platos, dando un papel protagonista al producto.
Quetglas y Genestra permitieron degustar, junto a la regidora de Turismo de Palma, Joana Adrover, y del gerente de la Fundación Turismo Palma 365, Pedro Homar, el sabor de la capital balear con ingredientes del mar, de la montaña y de la huerta. Con ellos, los chefs prepararon recetas tan espectaculares como cangrejo de gamba roja mallorquina (Quetglas), arroz de caracoles y cordero con su buñuelo (Genestra), salmonete con crema de almendras mallorquinas tiernas e hinojo marino (Quetglas), pichón con royal de albaricoque (Genestra) y huevo de oro con sorbete de naranja amarga (Quetglas).
“Ha crecido mucho el número de restaurantes de alta cocina en Palma de Mallorca”, explicó Adrover. Y Homar puntualizó que “la gastronomía es un imprescindible de la ciudad, porque hay un turista cosmopolita que busca vivir experiencias de calidad en su escapada urbana”.
Efectivamente, la oferta gastronómica de Palma ha aumentado y se han abierto nuevos y ambiciosos establecimientos, como los restaurantes Cuit (Av. Jaume III, 21) o Quadrat (Pl. Sant Francesc, 5), que están colocando a la ciudad en el mapa de las nuevas tendencias gastronómicas. Sin olvidar, por supuesto, los que capitanean los cocineros con estrella Michelin Adrián Quetglas, Marc Fosh o Andreu Genestra.
Los citados son espacios muy singulares que comparten, sin embargo, los mismos objetivos que otros establecimientos tradicionales que ofrecen muy dignamente las recetas de siempre, como el tumbet, el frit mallorquín o el llonguet, el singular panecillo de Palma. Y si el visitante quiere degustar productos elaborados en un ambiente popular, nada mejor que acercarse a los mercados de Santa Catalina o L’Olivar.
Si con todo ello hemos sido capaces de llegar a los postres, estamos de suerte, porque nos esperan las pastelerías y forns de siempre que elaboran artesanalmente maravillosas ensaimadas, cocas y otras delicias especiales para paladares golosos.