“La Playa” de DiCaprio cierra por afluencia masiva de turistas
La isla tailandesa de Koh Phi Phi Leh ha podido sobrevivir a los golpes de la poderosa Naturaleza -como el tsunami que sacudió el Índico en diciembre de 2004-, y sin embargo ahora está a punto de sucumbir por culpa de los 4.000 turistas que llegan a bordo de 200 barcos cada día. Han arrasado sus corales y llenado sus playas de basura. Para evitar que tan preciado ecosistema siga deteriorándose, las autoridades tailandesas cerrarán de junio a octubre la pequeña bahía de Maya, el escenario de la película “La Playa” de DiCaprio.
3 de abril 2018,
Más de tres cuartas partes de los arrecifes de coral del país están dañados por la subida de las temperaturas en el mar y el turismo incontrolado, según los cálculos de Thon Thamrongnawasawat, uno de los científicos responsables de evaluar los daños ecológicos de la zona.
El apetito insaciable y el poder destructor de los seres humanos no tiene límites. Para que no muera de éxito, el gobierno de Tailandia prohibirá el paso a su bahía durante cuatro meses cada año y, cuando la reabra, solo permitirá 2.000 turistas como máximo. Porque al igual que en la película, la paradisíaca playa de DiCaprio corre el riesgo de que la volvamos un infierno.
Koh Phi Phi Leh es la isla de Tailandia que aparecía en la famosa película “La playa”, protagonizada hace ya casi dos décadas por Leonardo DiCaprio a las órdenes de Danny Boyle, el director de “Trainspotting” y “Slumdog Millionaire”. Basada en una novela de Alex Garland, la historia giraba en torno a unos jóvenes de aquella “Generación X” de los 90 que huían de la sociedad buscando la libertad y la pureza en esa playa perdida del mar de Andamán. A ritmo del “pop británico” de Blur y Richard Ashcroft y de la música electrónica de Moby, Underworld y Orbital, sus rebeldes protagonistas descubrían el amor y el sentido de la vida bajo los cocoteros en un paraíso terrenal con aguas cristalinas, finísima arena blanca e interminables plantaciones de marihuana.
El éxito del libro en 1996 y luego de la película en 2000 marcaron a una generación, y algunos, en cuanto pudieron, hicieron la mochila para explorar la exótica Tailandia. Por esas fechas todavía había pocos turistas en Koh Phi Phi, aunque ya se estaban construyendo bungalós en la jungla y bares en la costa para las hordas que iban a llegar en el futuro. La expansión siguió creciendo incluso después del tsunami que sacudió al Índico en la Navidad de 2004 y que barrió literalmente la isla.
Aunque todos los parques marinos de Tailandia cierran durante las lluvias del monzón, de mayo a octubre, la playa de Maya seguía abierta todo el año por su fama mundial. Ahora, el gobierno de Tailandia ha tomado cartas en el asunto. El Departamento de Parques Naturales y Vida Salvaje ha anunciado su cierre en los meses de temporada baja para el turismo (de junio a octubre) y, cuando la reabra, solo permitirá 2.000 turistas como máximo.
De esta forma, aprovechando la época de monzones en el país, los biólogos esperan que se recupere el ecosistema dañado por, entre otras causas, la gasolina de los ferrys que llevan a los turistas hasta la playa, las anclas de los barcos que arrasan con los arrecifes de coral submarinos y los plásticos arrojados al mar por los visitantes.
“Las islas tienen ecosistemas muy frágiles que no pueden soportar tanta gente, la contaminación de los barcos y los hoteles en primera línea de playa. A veces, un cierre completo es el único modo de que la Naturaleza se salve”, ha explicado Thamrongnawasawat a la agencia Reuters.