Jordania más allá del desierto, Petra y el Tesoro
No muchos saben que Jordania es un país de contrastes naturales, que alberga desde sus reconocidos desiertos, hasta montañas, bosques (sí, ha escuchado bien, hay bosques) y cañones. ¿Sabía que el bautismo de Jesús se celebró en la orilla jordana del río Jordán? Este destino logrará complacerle si lo que desea es un turismo de aventuras, religioso o termal, pero no olvide que estas tres variantes tienen un denominador común: la cultura.
Jordania está decidida a mostrar todo su atractivo y, como muestra de ello, ha querido dar a conocer sus ofertas en cuanto al turismo religioso, de aventuras y termal se refiere. Y es que el país ha querido mostrar en esta 37 edición de Fitur su amplio abanico de posibilidades, sin olvidar que la antigua ciudad de Petra es una de las grandes protagonistas.
También es considerada Tierra Santa para la Cristiandad, ya que el bautismo de Jesús en el río Jordán se produjo en orillas jordanas, en Betania en la zona contigua a Jericó. Además el Vaticano ha considerado otros cuatro lugares oficiales de peregrinación y, en total, suma 34 enclaves bíblicos que hacen que sea un destino ideal para la peregrinación.
Descubra todos los secretos de Petra
Si prefiere un turismo más aventurero, tiene la opción de recorrer el país de norte a sur, pasando por los pueblos más importantes de Jordania a través del Jordan Trail. Este itinerario de 650 kilómetros empieza en Um Qais, una de las ciudades que en su día pertenecieron a la Decápolis, y acaba en Aqaba, a orillas del Mar Rojo. Es un plan de viaje que da respuesta a las necesidades de los visitantes que buscan experiencias únicas y conocer de primera mano todos los paisajes, historia y cultura local que encierra el destino.
No obstante, no hay que olvidarse de Petra, una de las siete maravillas del mundo. La ciudad declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO es el gran reclamo de los turistas que visitan el país.
Sin embargo, las excursiones que se plantean en los distintos itinerarios del viaje en tren no dedican más de un día para recorrer el Siq y contemplar el Tesoro, cuando se necesitarían entre una semana y diez días para empaparse por completo de todo el patrimonio que se encuentra en la ciudad.
Relájese en el Mar Muerto
Se trata del spa natural más grande que existe y donde puede recibir un masaje o probar los famosos poderes curativos de los minerales del barro de este mar. También destacan sus diferentes beneficios para la salud, y es que contiene una gran cantidad de sal, lo que hace que sea literalmente imposible hundirse. El Mar Muerto es, además, el punto más bajo de la Tierra.
Aquí se encuentra uno de los descubrimientos arqueológicos más destacados de Jordania, la Cueva de Lot y que, según se dice, una figura de sal de las inmediaciones guarda los restos de la mujer de Lot, Edith. Este personaje bíblico desobedeció la advertencia de Dios de no mirar atrás mientras huía de Sodoma.
Cabe recordar que en el Valle del Jordán confluyen varios ríos, incluido el Jordán y se cree que fue cuna de cinco ciudades bíblicas: Sodoma, Gomorra, Adama, Seboim y Segor. Todo ello hacen que la orilla este del río Jordán sea uno de los grandes reclamos del turismo termal y religioso de la región.
Triangle of Jordan, una propuesta muy completa
En el país también podrá realizar actividades deportivas acuáticas como scuba diving. Para los aventureros que deseen bucear en el Golfo de Aqaba podrían optar por realizar el itinerario Golden Triangle of Jordan, que incluye Petra, Wadi Rum y Aqaba.
Wadi Rum es uno de los enclaves Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO en las categorías de importancia natural y cultural. Su desierto difiere de los del resto del mundo: aquí las dunas dan paso a inmensas rocas monolíticas (de hasta 1.750 metros) que se erigen por todo el paisaje, y la arena muta desde un ocre anaranjado hasta un intenso tono rojizo.
Para llegar a los secretos mejor guardados de Lawrence de Arabia, puede contratar una excursión en jeep, quad o 4×4. Pero nuestra recomendación (como buenos apasionados de la aeronáutica) es disfrutarlos a vista de pájaro a bordo de un aeroplano biplaza. Regale a sus ojos tan bonita visión desde el aire.
En Aqaba, ciudad portuaria del Mar Rojo, disfrutará de actividades de ocio acuáticas como el buceo, el esnórquel, la pesca o la vela y visitar el fuerte de la ciudad y los museos de Antigüedades y Arqueológico. Aqaba está a un paso de la frontera con Israel.
Esta ciudad continúa siendo a día de hoy un importante punto de unión entre las rutas de tierra y mar desde Asia, África y Europa. Por ello, se cree que los restos de un edificio construido con ladrillos de lodo pueden pertenecer a la iglesia construida más antigua del mundo, ya que data de finales del siglo III o principios del siglo IV d.C.
Otros lugares de interés
Los Castillos Jordanos que aún se conservan están agrupados al sur y este de Amman y pueden ser visitados en uno o dos días desde la ciudad. En concreto, Qusair Amra es uno de los monumentos mejor conservados, además de ser Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Sus paredes interiores y techos están cubiertos con frescos únicos y dos de las habitaciones pavimentadas con mosaicos de colores.
Pella es ideal para sacar al arqueólogo que llevamos dentro. Esta ciudad se encuentra situada al noroeste del país. Aquí descubrirá los restos de un asentamiento Calcolítico del cuarto milenio a.C., así como restos de asentamientos amurallados, iglesias y residencias bizantinas o una pequeña mezquita medieval.
Otro lugar de importancia para el turismo religioso es Madaba, conocida como “La Ciudad de los Mosaicos” debido a sus mosaicos de las épocas bizantina y omeya. Se encuentra a 35 kilómetros al suroeste de Ammán, la capital de Jordania.
También destaca el Monte Nebo, ya que es donde se cree que fue enterrado Moisés y, por lo tanto, es el lugar más reverenciado de Jordania. Sin olvidar la capital, Ammán, ciudad de contrastes y situada sobre colinas entre el desierto y Valle del Jordán. Sus vestigios y restos romanos, bizantinos y de las primeras civilizaciones del Islam conviven con edificios vanguardistas. Pero lo mejor es su gente, sus sabores, la personalidad de sus zocos y mercados y sus maravillosas puestas de sol.
Jordania y su gran riqueza histórica y cultural le están esperando, ahora solo queda dejarse cautivar por sus mágicos contrastes para vivir una experiencia única.