Historiador Racing Collection 2014. Un reloj para retroceder en el tiempo
Cada año se organiza uno de los grandes eventos en el mundo de las carreras de coches clásicos, la Cuervo y Sobrinos Cup, con una ruta de unos 600 km en la que participan un máximo de 60 coches clásicos construidos antes de 1969, fecha límite para poder participar. Este año se celebró del 3 al 6 de Julio, un fin de semana imprescindible para todos los amantes del lujo, el refinamiento y la slowlife. Un evento del que todos sus participantes disfrutaron especialmente por el regalo creado expresamente para cada uno de ellos con su número de corredor, el reloj Historiador Racing Collection.
El reloj
No es necesario señalar su originalidad, con una esfera impresionante que conjuga perfectamente la idea de pasión por el deporte mostrando una representación de una elegante llanta. Los detalles en rojo indicando la colección le dan un toque de modernidad contrarrestado por unas agujas retro y la maquinaria vista que nos permite ver el calendario y parte del mecanismo. Con caja de acero y doble cristal curvado típicamente fifties es resistente al agua y sumergible a 3 atmósferas, con correa de cuero. La única pega de este reloj es que solamente se entregará a los participantes de la carrera, pero hay otra buena noticia y es que con motivo de la edición de la Cuervo y Sobrinos Cup 2014 se han fabricado otros dos modelos. Sus precios rondan los 4.000 euros.
La relojera
Curiosamente Cuervo y Sobrinos no comenzó su andadura como fabricante de relojes sino como importadora, era la única que vendía en Cuba los relojes Longines y Roskopf. Fundada en 1885 por Ramón Cuervo, nacido en Oviedo, que marchó a Cuba tras finalizar sus estudios en la Bayona francesa. Tras establecerse allí él y sus sobrinos comenzaron a comerciar con joyería en general, representando a dos de las marcas de más renombre en el momento, Longines y Roskopf, que importaban desde Estados Unidos y Europa. Más tarde comenzaron a comercializar también relojes Rolex, y el comercio llegó a tener tanto prestigio que comenzó a grabar su nombre en las esferas de los relojes junto con la marca del fabricante, lo que le daba un empaque similar al de Cartier o Tiffany.
Ya a finales del siglo XX y comienzos del XXI, extinguida la marca Cuervo y Sobrinos, una empresa italiana experta en relojería clásica descubrió la existencia de este antiguo comercio y adquirió sus derechos recuperando la marca y creando nuevos modelos basados en los hallados en los almacenes de la antigua joyería. Hoy en día son fabricados en Suiza.
Desde su presentación en el Festival Internacional del Habano de 2001 se han convertido en una de las marcas de relojes más admirada y codiciada. Sus cajas están generalmente torneadas en oro, templadas y grabadas con la numeración identificativa ya que son piezas únicas. Las esferas son en muchos casos de porcelana esmaltada y las hebillas de la correa suelen ser de oro. Existen varios modelos altamente demandados, como el Espléndidos, nombre que además se utiliza también para denominar a los puros Cohiba más famosos. De este modelo se fabricaron solamente 82 ejemplares. Por otro lado, se fabricó el modelo Robustos, con cronógrafo, de estilo deportivo. El Prominentes por su parte es un reloj de gran tamaño con dos husos horarios, especialmente pensado para los viajeros.
Una curiosa historia la de unos relojes con historia que han llegado a convertirse en piezas de coleccionista.