Gastronomía para huir de la Feria de Sevilla

La Feria de Sevilla está en su máximo apogeo. De esta ciudad efímera, que nace y resucita cada primavera, no se disfruta sin acceso a las casetas (no, las públicas no son especialmente cómodas). Así que, si queremos divertirnos en ella, necesitaremos contactos… y no todos los tenemos. Por eso hoy os proponemos una ruta por los mejores bares y restaurantes de Sevilla aprovechando que el “jaleo” está en el Real. Perfecto para viajeros sin ganas de folclore o hispalenses que no tienen piso en la playa y huyen del albero como de la peste.

Espíritu andaluz en Abantal. Imagen de su web.
Espíritu andaluz en Abantal. Imagen de su web.

Abantal (Calle Alcalde José de la Bandera 7 – 9): El único restaurante de Sevilla con estrella Michelin bien merece una visita de los más gastrónomos. Julio Fernández Quintero ofrece una esmerada cocina andaluza de raíces modernas y sofisticadas, donde el producto es dueño y señor de las propuestas. Los aficionados al AOVE (Aceite de Oliva Virgen Extra) cuentan con una selección de óleos exquisita.

Bar Restaurante Eslava (Calle Eslava 3): Si, caminando por las laberínticas calles del Barrio de San Lorenzo divisas una marabunta humana que come en la calle estás, en efecto, cerca de Eslava. Así que la feria es una oportunidad perfecta para conocer su barra o su minúsculo comedor sin los agobios habituales. De su cocina moderna e impregnada de buen hacer sureño te recomendamos el huevo sobre bizcocho de boletus y vino caramelizado, el solomillo de pato y el cigarro de Bécquer.

El Rinconcillo (Calle Gerona 40): Este local, fundado en 1760, presume de ser el más antiguo de España (aunque el Guinnes le dio la razón al matritense Botín). Famoso por sus garbanzos con espinacas (pequeña gloria de la cocina local), cuenta con una buena selección de vinos. Imprescindible la foto con el cartel que cuelga de una de las paredes, que reza: “Prohibido terminantemente el cante”.

En Becerra el tapeo es un arte. Imagen de su web.
En Becerra el tapeo es un arte. Imagen de su web.

Enrique Becerra (Calle Gamazo 2): Tanto en el comedor como en la barra (ilustrada) de este conocido restaurante se ofrece una esmerada cocina, andaluza hasta la médula. El salmorejo es glorioso, aunque cualquiera de sus tapas y platos le va a la zaga. Los precios son un poco más elevados que los locales circundantes, pero la calidad es de primera.

Sahumo (Calle Zaragoza 18): Un local nuevo donde los amantes de la carne gozarán con las exquisitas piezas que allí sirve Darío, canario enamorado de las brasas. Y de las papas arrugás, por supuesto, que también ofrece en su céntrico local sevillano. Pidan, sí o sí, el chuletón de vaca rubia gallega.

Tradevo (Plaza Pintor Amalio García del Moral, local 2): Gonzalo Jurado lleva casi cinco años al frente de esta exitosa gastro-taberna donde moderniza las tapas de siempre. Formado con Santamaría o Sergi Arola, entre otros grandes cocineros, prima la calidad de la materia prima por encima de todo, así que solo elige proveedores con las mismas ganas de hacerlo bien. ¿Sugerencias? Su steak tartar sobre pan brioche y la sardina marinada sobre tosta.

Rafa León (Avenida de la Borbolla 3): Está alejado del circuito más turístico (aunque no lejos del Parque de María Luisa, si sirve de referencia). No es muy bonito. Ni está céntrico. Pero tienen un marisco de primera gracias a la cercanía con el mar de la ciudad. Bocas, nécoras, centollas… Para no parar.

La Lonja del Barranco (Calle Arjona s/n): El mercado gourmet de Fran Rivera y Carlos Herrera se ha hecho hueco entre los sevillanos. Ubicado en un antiguo pabellón de Eiffel, dispone de varios puestos destacables. Nosotros recomendamos La Salmoreteca y el de Poncelet, para los amantes del queso.

Triana: the other side

Abades Triana, restaurante panorámico en calle Betis. Foto de su web.
Abades Triana, restaurante panorámico en calle Betis. Foto de su web.

Puratasca (Numancia 5): Ubicado en la Triana más profunda (y menos conocida), este es el lugar perfecto para los que busquen una cocina bastante más moderna, con guiños de fusión y terraza más que agradable. Salmorejo de fresas, fideos de pato, arroz meloso, piruletas de chorizo… Muy diferente a lo que hay por el barrio.

Abades Triana (Betis 69): este restaurante pertenece a un grupo empresarial que se hizo fuerte en las áreas de servicio y que en la más famosa calle de Triana ha levantado este impresionante restaurante panorámico. Perfecto para románticas cenas, con vistas al río y a la Sevilla monumental. Un pequeño lujo a precios que no son populares, pero tampoco prohibitivos.

Las Golondrinas (Antillano Campos 26): Es difícil encontrar un bar más castizo que este. Paco Arcas y su familia son el alma de este establecimiento que respeta la esencia del barrio. Siempre abarrotado, son clásicos los caballitos de jamón (una especie de sanjacobo serrano) y los aliños (el de rabanitos sorprende, y mucho). Cuentan con otra sede, más moderna, en Pagés del Corro 76.

Rosalía Martínez

Aunque mi nombre es Rosalía Martínez, todo el mundo me conoce como Piti. Periodista gastronómica de profesión, tengo igual de inquietos el espíritu y el paladar, así que me apasiona viajar y descubrir sitios fantásticos para comer. Y contarlo y recomendar, claro. Epicúrea convencida. Cuando no como o viajo, leo y veo series.

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