En el corazón (digital) de Gustav Klimt
Los cuadros de Gustav Klimt (1862-1918) han cobrado vida en una antigua fundición de acero recuperada del distrito XI de París. Acaba de abrir sus puertas L ’Atelier des Lumières, el primer gran centro de arte digital de la capital francesa, en cuyo interior han comenzado a moverse, al compás de valses y otras composiciones musicales vienesas, las figuras, los retratos, los desnudos y los paisajes de este artista austriaco que revolucionó el arte del siglo XX.
10 de mayo de 2018,
Gracias a los más avanzados y sofisticados medios digitales, y con la ayuda de 140 videoproyectores, el visitante puede zambullirse y fundirse con los más pequeños detalles de cuadros como “Judit I”, “Las sirenas”, “Bosque de abedules”, “Friso de Beethoven”, “El retrato de Adele Blocy-Bauer”… o “El beso”, probablemente la obra más singular y conocida de Klimt, considerado un “enfant terrible” en la sociedad europea de su época y de quien se cumple este año el centenario de su muerte.
Paredes como lienzos
Como si fueran lienzos, los techos, los muros y los suelos de este antiguo espacio industrial sirven, a golpe de vídeo, para acoger las pinceladas, la sutileza y la energía sensual de la pintura de Klimt. Es una nueva forma de percibir el arte, un viaje a la luz y a las entrañas de este artista que se formó en una sencilla escuela de artes y oficios con el propósito de ser decorador, y todo ello en una atmósfera en la que la música de Strauss, Wagner o Mahler alienta el baile de las imágenes, como si de un juego infantil se tratara y en el que puede participar, paseando o danzando si quiere, el visitante. Siempre en busca de las emociones, a lo que también contribuye este singular espacio de 3.300 metros cuadrados de superficie de proyección y cuyas paredes superan a veces hasta los 10 metros de altura.
No es el único artista austriaco que integra la exposición de L’Atelier des Lumières, pues, junto al reconocible Klimt, surgen también otras pinturas de su discípulo y paisano Egon Schiele (1890-1918), también primer espada del arte de la Secesión de Viena del siglo XIX y que, a pesar de su prematura muerte, legó una importante obra pictórica en la que representó desnudos, mujeres, retratos y escenas eróticas que dieron mucho que hablar.
Espacio para nuevos talentos
Situado entre Bastille y Nation, L’Atelier des Lumières está enclavado muy cerca del cementerio Pere Lachaise. Está distribuido en dos ámbitos principales. “La Halle”, el antiguo hangar de tamaño XXL, es el que ahora acoge la exposición de Klimt y Schiele (con más de 3.000 imágenes en movimiento) y que en el futuro serán otros artistas, siempre figuras relevantes de la historia del arte, los protagonistas. Su monumental arquitectura es la de la antigua fundición de metal, de la que se conservan todavía una chimenea, una torre de secado y un gran tanque de agua.
En este mismo escenario, se podrá contemplar, alternando con la principal de Klimt y su discípulo Schiele, una exhibición más limitada dedicada al también austriaco Friedensreich Hundertwasser (1928-2000). Y, por fin, “Le Studio”, de dimensiones más reducidas, se dedicará a divulgar talentos recientes e innovadores de la creación artística de vanguardia.
En unas viejas canteras
La empresa que ha puesto en marcha este espectacular espacio ya tiene probada experiencia en esta fórmula de proyectar el arte en lugares no convencionales. Culturespaces, que así se llama, gestiona también, desde 2012, las impactantes canteras de luces (Carrières de Lumières) en la bellísima localidad de Les Baux-de-Provence que, en la actualidad, exhibe, hasta el 6 de enero de 2019, la muestra “Flower Power. La Culture Pop”. Un escenario al que llegan cada año más de 600.000 visitantes y que va a dedicar tres jornadas, las del 10, 11 y 12 de mayo de 2018, a “Les nocturnes Picasso”, con proyecciones que darán comienzo a partir de las 20 horas y que tendrán sabor español. Lo más curioso es que en estas antiguas canteras de la Provenza francesa, se podrá combinar la visita de la exposición con una degustación de tapas de jamón ibérico, chorizo de Guijuelo, queso manchego o tortilla de patata. Para que no falte de nada.
La de París, en L’Atelier des Lumiéres es una nueva aventura artística y digital que sigue sus pasos. La exposición inaugural de París estará a disposición del visitante hasta el 11 de noviembre, de lunes a domingos. La entrada cuesta 14,50 euros.
Más información: www.atelier-lumieres.com