Dónde comprar pedacitos de Lisboa
Conocida por sus encantadoras calles de solemnes y decadentes edificios (en otra época esplendorosos), sus placeres culinarios, la música de fado, el río Tajo e incluso por las tentadoras playas cercanas, Lisboa se presenta como un destino muy atractivo y completo al combinar a la perfección oferta cultural y monumental. Con todo esto y más, esta pequeña gran ciudad se presenta también como un destino de compras. Porque en una ciudad rica en detalles sutiles y bien hechos, sus productos no podían ser menos. Hoy callejeamos por los barrios más tradicionales de la capital lusa en busca de sus pequeños tesoros.
Descubrir los mercados y las ferias tradicionales o indagar las boutiques gastronómicas más familiares son solamente algunas de las opciones que le proponemos para no regresar a casa con las manos vacías.
Baixa Pombalina
Uno de los lugares más comerciales y animados durante el día es la Baixa Pombalina. Con un estilo clásico y calles geométricas donde destacan los edificios robustos (literal, pues fueron construidos de un sistema antisísmico tras el terremoto de 1755), encontramos tiendas que presumen de tener una trayectoria de hasta tres siglos. Esta parte de la ciudad alberga tiendas de todo tipo. Una de las más esenciales es la Sapataria do Carmo, una de las zapaterías más antiguas de la capital, que se caracteriza por vender calzado de estilo clásico hecho a mano. Otra es Loja Portugueza da Baixa, con todo tipo de productos típicos portugueses entre otros: conservas, galletas, vinos, perfumes, jabones, etc.
Barrio de Alfama
Presumiendo de ser la ciudad de los azulejos, palacios, casas y sus zaguanes, plazoletas o estaciones de tren vestidos con cerámicas nos dejan estampas típicamente lisboetas. Y es que la cerámica en sus más variadas formas marca la fisonomía de Lisboa y la dota de un estilo único. Alfama, el barrio más castizo de Lisboa, también es el barrio más recubierto de azulejos. Jugando un papel tal relevante, son muchos los viajeros que quieren llevarse ‘un pedacito’ de la capital lusa.
Las calles de Lisboa están enmarcadas por azulejos y afortunadamente se pueden adquirir como recuerdo
Este capricho especial se puede obtener en la Loja dos Descobrimientos. Con un taller donde se diseñan y elaboran objetos realizados con azulejos, también podemos encontrar una gran variedad de productos de cerámica tradicional. Nada mejor para traer un recuerdo de la capital.
Chiado y Bairro Alto
Conocido por concentrar boutiques de moda, galerías y talleres de arte, pertenecientes a creadores vanguardistas encontramos el barrio de Chiado. En este ambiente moderno, se alza como un must de la zona una tienda tradicional que ha pasado de generación en generación ofreciendo productos típicos de la región: A Vida Portuguesa. Ofreciendo toda clase de productos desde droguería a papelería, su lema ‘desde sempre’ no pasa de moda.
En el Bairro Alto encontramos lugares con encanto como la casa de los vinos Mercearia do Vinho. Con una trayectoria de más de 60 años, este negocio familiar pretende compartir su pasión por el buen vino. Los viajeros que acudan a este pequeño tesoro podrán deleitarse no solo de una buena copa, también de un ambiente familiar lleno de tradición.
La gastronomía es clave en la capital lusa donde se mezclan tradición y sabor
Tiendas de pequeñas marcas innovadoras, así como algunas orientadas a la venta de productos artesanales o gourmet los podemos encontrar en la calle Príncipe Real. Por otro lado, y como parece que los diamantes son ‘los mejores amigos de las mujeres’, amigo viajero coja la indirecta porque en Lisboa encuentra una gran variedad de joyerías perfectas para regalar. Entre las más destacadas están la joyería de la reconocida diseñadora Maria Joao Bahia o Ferreira Marques, identificada por la finura y sencillez de sus productos.
Barrio de Belém
Lejos del centro, pero bien comunicado encontramos el distrito donde el Tajo se funde con el mar, el barrio de Belém. Fue en esta zona donde los exploradores portugueses conquistaron gran parte del mundo. Además de dos de las obras imprescindibles de la arquitectura lusa -el Monasterio de los Jerónimos y la Torre de Belém- se reúnen interesantes tiendas y galerías. En el Centro Cultural de Belém, también merece la pena admirar la galería de joyas en oro y plata de la diseñadora Margarida Pimentel. Sus refinados diseños son un gran ejemplo de la artesanía portuguesa más original.
Por otro lado, no se pueden ir de este conocido distrito sin probar los famosos pasteles que llevan el nombre del barrio. Para degustarlos recomendamos la fábrica Pasteis de Belém, situada cerca del Monasterio de los Jerónimos. Sus pasteles son una variedad particular del típico pastel de nata portugués, pero cuentan con una receta secreta que los hace únicos.
El barrio de Belém aúna vistas hipnotizantes al Atlántico con tiendas y galerías exquisitas
En este mismo barrio, los viajeros pueden encontrar objetos de gran valor artístico en el Mercado do Tempo. Un espacio creado para la promoción de la cultura y el turismo nacional, que une arte contemporáneo, diseño, joyería de autor y vinos en un lugar tan emblemático como la capilla de Nuestra Señora de la Concepción. Un pedacito de Portugal que no dejará indiferente.
Mercados y ferias, la otra cara del comercio de Lisboa
Los mercados están más de moda que nunca y son una buena forma de conocer la vida de una ciudad desde un punto de vista diferente. Los buscadores de pequeños tesoros en mercados también encuentran su hueco en la capital lusa. Culinarios, de artesanía, o de segunda mano, los mercados y las ferias, todo el mundo encuentra uno a su medida en la capital lusa.
Conocedores de su condición de buen Gourmand, le recomendamos el Mercado de la Plaça da Figueira, uno de los mercados más exquisitos para degustar y comprar productos típicos de gran calidad. Está localizado en el corazón de la ciudad y pretende recrear las tradiciones de las mercerías. Podemos encontrar diversos productos como fruta, legumbres, pescado, quesos, vinos, etc. todos procedentes de la región y de una calidad excepcional.
Por otro lado, encontramos Feira da Ladra, el mercadillo más antiguo y conocido de la ciudad cuyas raíces se remontan al siglo XIII. La característica principal de esta “feria” es que no solamente los feriantes ponen a la venta sus productos, también es el lugar escogido por numerosos jóvenes para vender todo aquello que no necesitan. Aquí podemos encontrar artículos de segunda mano, artículos de coleccionista, antigüedades o artesanía de toda clase. La Feira da Ladra está localizada en la plaza Campo de Santa Clara en barrio Alfama.
La artesanía tradicional es fundamental en los mercadillos de Lisboa
Promoviendo la artesanía nacional de una manera exclusiva encontramos Campo Pequeno que acerca un pedacito de Portugal al centro de Lisboa todos los sábados. El mercadillo se organiza en torno a los jardines de la antigua Plaza de Toros, actualmente utilizada como casa de espectáculos, donde todavía destaca la tauromaquia. En esta feria podemos encontrar productos de primera calidad, tradicionales y realizados por verdaderos artesanos de la región. Una manera diferente de conocer la zona residencial y de negocios, marcada por la cercanía de las Avenidas Novas.
Buenos precios, productos artesanales, gastronomía y un recorrido por la ciudad son solamente algunas de las motivaciones para llenar la maleta de recuerdos en Lisboa. ¿Se lo va a perder?