Cuatro ciudades europeas con un denominador común: sus increíbles mercadillos de Navidad

La Navidad no deja de ser una época en la que se suceden viajes espectaculares y pese al frío, la experiencia de esos lugares puede ser un súper regalo de Navidad. Para disfrutarla en estado puro, nada mejor que pasar los días finales de diciembre o los primeros de enero en las ciudades con los mejores mercadillos navideños. Estas fiestas y el frío hacen de lugares como Bruselas, Viena, Colonia o Budapest, destinos imprescindibles con un elemento común: el mercadillo de Navidad.

20 de diciembre de 2018,
WowTrip, especialista en viajes sorpresa, reconoce que estas fechas son, cada vez más, un reclamo para lanzarse a descubrir destinos sorpresa, y por supuesto el equipo intenta que, si así lo quieren los viajeros, la escapada sea lo más navideña posible. ¿Se animaría a lanzarse a la aventura de descubrir su destino en el mismo aeropuerto? En cualquier caso, aunque sea más bien de pocas sorpresas, esta agencia de viajes online nos deja aquí una avanzadilla de lo que va a encontrar en cada mercadillo y destino:
- Budapest: Destino de cuento de hadas y también con frío, la capital húngara ofrece los mejores planes para unos días de Navidad. La ciudad entera se viste de luces, hasta los tranvías. Uno de los mercadillos navideños más bonitos y emblemáticos se sitúa en la zona del río del lado de Pest, frente a la conocida (y también imprescindible) Basílica de San Esteban. Los productos son de capricho, como arte tradicional y productos gastronómicos excelentes. Como broche de oro a una tarde de compras navideñas, la pista de patinaje sobre hielo al final del paseo para concluir la jornada con un plan precioso y navideño. Todo, por supuesto, está adornado con la temática del momento con mucho gusto y encanto.

- Viena: De mediados de noviembre hasta final de año, las plazas más bonitas de la capital austriaca se convierten en encantadores mercados de Navidad. Nieve casi asegurada, pista de patinaje, iluminación espectacular y… ambientazo, son el complemento perfecto a una de las ciudades más navideñas de Europa. Viena, pese al frío, jamás se aletarga. Es más, gracias a las bajas temperaturas, recobra ese encanto que se busca en el turismo de invierno. Es fácil entrar en calor con el vino dulce caliente y contagiarse de la alegría navideña de estos momentos.

- Colonia: Detrás de la imponente catedral se sitúa el weihnachtsmarkt (mercadillo) más céntrico, aunque no el único de la ciudad. La entrada al mismo está presidida por un árbol tan inmenso que cuenta con el título del mayor de Renania, y acompañándole, los 150 puestos de madera al aire libre que esperan clientes que no le teman al frío. Para atraer a los turistas y ciudadanos, el exquisito olor a manzanas recién horneadas, jengibre y galletas de canela, y para entrar en calor, un vino caliente muy típico de la zona que es además delicioso. La gastronomía de esta ciudad, con codillo, salchichas, patatas y deliciosos postres, tampoco tiene desperdicio…

- Bruselas: La Grand-Place de la capital belga es espectacular en distintos momentos del año, y este no es uno menos. Navidad, en Bruselas, es una fiesta de luces, ambiente navideño y compras. El mercadillo Winter Wonders tiene casi dos kilómetros de puestecitos con unas vistas espectaculares: la noria de 55 metros de altura que está hecha con casi 20.000 luces. Para compensar el frío, nada mejor que degustar los gofres que se venden en distintos rincones de la ciudad y, cómo no, patinar sobre hielo es otra de las opciones para hacer redondo el día.

Aunque hemos compartido solo cuatro, hay muchas ciudades que son todo un espectáculo navideño, como Basilea, Praga, Londres, París… Sea a la que sea, realizar un viaje -aunque sea por sorpresa- estamos convencidos de que no fallará.