Conversación con Juan Velarde, el único piloto español de Red Bull Air Race
Hemos charlado con Juan Velarde, el único español que participa en Red Bull Air Race World Championship, el campeonato de aviación deportiva al que sólo llegan los mejores y en el que se alcanzan las mayores velocidades del mundo (algo así como la Fórmula Uno del aire). Acaba de arrancar la temporada 2016 en Abu Dhabi -este será su tercer año en dicha competición-, y ahora Juan tiene por delante otras siete pruebas para mostrar su destreza y colocarse en las posiciones de cabeza de esta competición de máximo nivel.
Nos ha ampliado detalles sobre este excitante mundo de la Red Bull Air Race, nos ha hablado de su propia experiencia y lo que supone para él ser parte de esta competición tan emocionante. Una modalidad deportiva de alto riesgo, con vuelos de maniobrabilidad extrema y muy cercanos al suelo y al público, en los que se llegan a superar los 200 nudos (400 kilómetros/hora) y que exigen del piloto un dominio absoluto de técnica de vuelo y soportar una resistencia de hasta 10 Gs.
En la primera cita de esta temporada 2016, Juan ha acabado noveno y ha sumado un punto en el Campeonato del Mundo; ha servido para esperar grandes cosas del imparable madrileño. Marcó un segundo mejor tiempo en uno de los entrenamientos y se quedó a centésimas de segundos de superar al excampeón del mundo Matt Hall y pasar a la siguiente Ronda de 8.
Esto no se consigue de la noche a la mañana
Juan Velarde hoy por hoy es uno de los mejores pilotos españoles de acrobacia, y por cierto, es también comandante de A330 de Iberia –queremos apuntar que la compañía le ayuda a compaginar esta otra faceta-. Pero estar en la cúspide implica un trabajo de muchos años. Un piloto tiene que tener un bagaje importante en vuelo acrobático para poder hacer vuelo de carrera de manera segura. «Esto no se consigue de la noche a la mañana. No apareces ahí de repente y empiezas a volar a este nivel” subraya nuestro entrevistado con seguridad.
Velarde acumula ya 17 años en vuelo acrobático, 12 dentro del Equipo Nacional Español de Acrobacia Aérea. Y atesora varias medallas en los Campeonatos del Mundo junto con el Equipo español, además de dos de oro, cuatro de plata y una de bronce en los Campeonatos Nacionales de España.
Ya desde el inicio de esta competición en 2003 (por entonces Juan llevaba 4 años en vuelo acrobático) le atraía formar parte de la Red Bull Air Race, aunque nos comenta el piloto que tampoco se lo tomó nunca como una meta. Pero de repente le surgió la oportunidad, hace dos años le llamó Red Bull para hacer una prueba, la superó y así entró a formar parte de este exclusivo círculo de los pilotos Red Bull de vuelo acrobático. Después de un año en la Challenger Cup, la categoría de iniciación o transición del vuelo acrobático al vuelo de carrera, da el salto a la categoría suprema, la Master Class. Así ha llegado a la cima de este deporte.
Según la propia Red Bull Air Race, Velarde ya impresionó a los jueces y a su fans durante la Challenger Cup con un fino y preciso estilo de vuelo.
Deporte no de masas, ¿o sí?
El vuelo de carrera es un espectacular deporte que reúne multitudes de hasta 120.000 personas en los circuitos habilitados, y que atrae la atención de millones de seguidores en todo el mundo. En España, aunque aparentemente no lo parezca, también hay bastante interés, según comenta el propio Velarde. Sin duda, tener a un español en la competición es un gran reclamo para que cada vez más nos enganchemos a este deporte, ya de por sí “altamente adictivo” por su espectacularidad. Juan comparte con AirCrew Lifestyle que para él es un orgullo muy grande. “Sé que hay mucha gente pendiente de lo que hago en España, noto el apoyo y el cariño de muchísima gente que ni siquiera me conoce… recibo esa cercanía, sobre todo de los aficionados de la aviación” resalta el piloto.
Nueva temporada 2016. Motores ya calientes
“Parece mentira que el invierno ha pasado a toda velocidad y la nueva temporada ya está aquí” comenta ilusionado. Aunque en la primera cita de Abu Dhabi no pasara a la Ronda de 8, el piloto inicia la temporada con confianza. Porque entre otras cosas, ha realizado una reestructuración del equipo, “yo creo que nos hará funcionar de una manera más eficiente”. Además tiene un avión nuevo, mucho más competitivo que el del año pasado. “Estamos con muchísima ilusión y unas ganas tremendas de volver a volar en el próximo circuito en Spielberg (Austria)” asegura Velarde.
Para los más entusiastas y conocedores de la aviación, decirles que compite con un Edge 540 v2, de seis metros de largo y planos de fibra de carbono, un avión que puede ascender 3.700 pies por minuto y surcar el aire a más de 200 nudos (400 kilómetros/hora).
Y hablando de equipo y su restructuración, está formado por cuatro miembros fijos, que van a todas las carreras, más dos ingenieros que colaboran desde Madrid y se ocupan del sistema de análisis de trazados, datos de telemetría y performance del motor. Los miembros fijos son: el team coordinator que se encarga de todo lo referente a la logística del equipo y de los temas de comunicación, redes sociales y demás. El táctico de carrera, que es Anselmo Gámez, su compañero de equipo de vuelo acrobático (también comandante de Iberia) y quien hace el análisis de todos los trazados y de la carrera durante la misma. El mecánico, el canadiense Ted Reynolds, que se encarga del desarrollo del avión, su montaje y desmontaje. Y luego está el piloto, Juan Velarde.
Aunque la cara más visible son los pilotos, Juan recalca “una vez que despegamos estamos solos, pero todo el trabajo del equipo que hay detrás y la visión de equipo son fundamentales”.
Dos nuevos pilotos en 2016. Expectativa a la vista
Esta temporada 2016 ha empezado con dos caras nuevas, el checo Petr Kopfstein y el esloveno Peter Podlunšek, que darán más expectativa y harán más atractiva la competición. Juan nos ha hablado de sus nuevos contrincantes. “Kopfstein es un piloto de muy alto nivel. Le conozco mucho de competiciones de vuelo acrobático. Y es un gran tipo, además. Yo creo que lo va a hacer muy bien, puede dar sorpresas este año. Va a tener un avión muy rápido que es el que tuvo Martin Šonka el año pasado. Y ha estado dos años compitiendo en la Challenger Cup, con lo cual tiene mucha experiencia en circuito y es un tipo con «la cabeza muy bien amueblada». Un gran competidor, sin duda, y creo que nos puede «hacer pupa».”
Por su parte, el esloveno Podlunsek ha estado también dos años compitiendo en la Challenger Cup y tiene un avión relativamente rápido (el que usó el japonés Yoshihide Muroya en las últimas temporadas). En opinión de Velarde, tiene un poco menos de nivel en vuelo acrobático, pero también comenta “podrá hacer un buen papel, pues tiene el respaldo de un equipo muy bueno, y eso es muy importante. Veremos…”.
Entrenan durante todo el año. En el avión oficial, sólo unos días
Los pilotos no entrenan apenas con sus aviones de la Red Bull Air Race a lo largo del año. Sólo tienen acceso al avión tres o cuatro días antes de cada carrera. Juan nos explica que “este está viajando por todo el mundo prácticamente durante todo el año, de carrera a carrera”. Así que durante la temporada lo hacen en avión de vuelo acrobático (se entiende, no en avión de carreras). “El avión de nuestro equipo de vuelo acrobático está basado en Casarrubios, Madrid, y con él hago el entrenamiento básico de acrobacia aérea para mantener la forma física y las aptitudes de vuelo” explica Velarde.
Las carreras que más ha disfrutado
Contesta con entusiasmo “He tenido tantos momentos bonitos en estos dos últimos años… Pero si tengo que quedarme con uno… mi primera carrera en la Challenger Cup en Abu Dhabi. Fue muy especial porque nada más llegar y hago unos resultados muy buenos. No me lo esperaba. Iba haciendo el mejor tiempo durante todos los entrenamientos y en la carrera quedé tercero. ¡Fue una sensación genial!”
“Y del año pasado, mi primera temporada en la Master Class, las dos últimas carreras, las dos en Estados Unidos, fueron muy bonitas.” Explica que fueron muy gratificantes para él y su equipo porque toda la experiencia y conocimientos que fueron acumulando a lo largo de toda la temporada, se vieron reflejados en los resultados de las dos últimas carreras. “Tuvimos una curva ascendente y claramente se vio en los tiempos”.
Los circuitos más bonitos, más especiales
“Pues circuitos muy bonitos son el de Ascot en Inglaterra, en el famosísimo hipódromo; y Spielberg en Austria, también muy especial por celebrarse en el también famoso circuito Red Bull Ring de Fórmula 1, metido entre montañas… ¡muy bonito!”.
Y de especial interés para los entusiastas de la aviación, el circuito más difícil
“El año pasado, sin duda, fue el circuito de Texas, Dallas. Está metido en un circuito de la NASCAR (circuito de automovilismo) que tiene diferentes relieves, y por tanto diferencias de altura entre unas puertas y otras. Las condiciones meteorológicas con viento propiciaron turbulencias orográficas, porque al tocar el viento obstáculos como gradas, pantallas gigantes, se forma bastante turbulencia. Y luego, el giro para entrar en la última puerta o start/finish gate, fue el más difícil de toda la temporada, era un giro de altísimos Gs y con muy poco ángulo. Entrabas muy bajito y prácticamente sin ver la puerta hasta que la tenías encima”. Y continúa riéndose: “Esa puerta ha sido la que probablemente más pilones hayamos dado los pilotos en toda la temporada, te aseguro que nos llevamos muchísimos en esa carrera.”
Otros deportes que practica. Guardan similitudes con el vuelo
Ríe cuando se le pregunta si después de experimentar velocidad, riesgo y adrenalina a la “enésima potencia” en vuelo de carrera puede llegar a disfrutar con otras actividades o deportes, por muy extremos que sean como esquiar, skysurf, rafting… y contesta: “Lo cierto es que el vuelo de carrera en la Red Bull Air Race es algo absolutamente único en el mundo, y yo creo que no se puede comparar con nada, no hay nada parecido. Las sensaciones que te aporta, son muy diferentes a todo lo demás, ¡incluso al vuelo acrobático!”
Y añade con tono interesante, “Pero aunque no he visto nada que se le acerque, cada actividad tiene su punto. Me gustan los deportes acuáticos, por ejemplo llevo bastantes años muy aficionado al skysurf. Por supuesto que no tiene nada que ver en cuestiones de velocidad, Gs y demás, pero también aporta mucho porque estás manejando una cometa, que se parece al ala de un avión”.
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