Conocer Nueva York a través del subsuelo: ¿la nueva opción de futuro?
Construido bajo tierra este proyecto en una antigua estación de trolebuses del siglo XX promete convertirse a partir del año 2021 en la opción de futuro de miles de turistas en la ciudad de Nueva York. Con una vegetación que constará con más de 3.000 plantas y un sistema de luz solar, garantiza ser un plan de ocio y educación alternativo para todos aquellos que visiten la ciudad de los rascacielos.
¿Cómo crear más espacios verdes en una gran ciudad? ¿Qué les parece si les decimos que la solución está justo debajo de sus pies? La ciudad de Nueva York ha puesto en marcha este nuevo proyecto que se conoce como Lowline, situado en el Lower East Side de Manhattan, uno de los lugares más concurridos de la ciudad.
Ante la falta de espacios naturales nos encontramos quizás con la nueva opción de ocio del futuro. Reinventando espacios que actualmente no se utilizan, Signe Nielsen (responsable del paisaje) y John Mini Distintive (responsable de la construcción) ambos pertenecientes a la empresa Mathews Nielsen, tuvieron la magnífica idea de aprovechar algunos de los recintos más espectaculares de la ciudad de los rascacielos para construir espacios verdes, llenos de vegetación y vida.
¿La novedad de este proyecto? Qué está situado bajo tierra. Una estación de trolebuses excavada a principios del siglo XX y abandonada desde el año 1948, será la que albergará esté gran plan que consiste en crear un parque con más de 3.000 plantas, de decenas de variedades únicas, que darán la oportunidad de estudiar la vida vegetal.
El plan se alberga bajo tierra en una antigua estación de trolebuses en Manhattan
Con una superficie de más de 4.600 metros cuadrados este espacio está pensado para que se convierta en un nuevo espacio de educación y ocio, donde se podrán acoger visitas escolares, eventos sociales y hasta grandes conciertos.
Las pruebas antes del proyecto LowLine
Antes de dar luz verde a este sorprendente proyecto los diseñadores del mismo realizaron una prueba en un viejo almacén situado cerca de la antigua estación. Acogido con éxito, más de 100.000 personas acudieron entre octubre de 2015 y febrero de 2017.
Pero si desde el punto de vista de las visitas fue toda una victoria, también lo fue desde el de la tecnología, puesto que ambos diseñadores consiguieron que la vegetación del almacén creciera a través de un complejo sistema de luz solar, el mismo que ahora quieren utilizar a lo grande.
La luz se optimiza gracias a cables de fibra óptica y sistemas de captación solar
El recinto cercado se iluminó en la fase de prueba gracias a dos sistemas de captación solar, que transmiten y rastrean el sol del cielo cada minuto a través de cables de fibra óptica, consiguiendo optimizar la cantidad de luz que es luego distribuida a través de una serie de tubos, dirigiendo la luz de espectro completo en un punto de distribución central, para posibilitar la fotosíntesis y el crecimiento de las mismas.
Tras el éxito con solamente dos placas, el proyecto LowLine que se construirá bajo tierra requerirá una media de 50 a 100 de estos aparatos.
El Ayuntamiento de Nueva York ha dado su apoyo al proyecto que también encuentra su vía de financiación a través de patrocinios y donaciones.
Este nuevo proyecto podría ser una nueva manera de ver las ciudades en un futuro no muy lejano, disfrutando de los lugares cómo nunca antes se habían visto.