Comporta, donde el lujo no es evidente
Está en el Atlántico portugués, a una hora escasa al sur de Lisboa, y allí escasean las tiendas y hay pocos sitios para lucirse. Sin embargo, Comporta ha atraído (y lo sigue haciendo) a ricos y famosos. Atención: no nos vale cualquier millonario. Tiene que tener clase y amar el concepto eco, porque aquí el lujo existe, pero no es evidente. Playas interminables de arena dorada, un Atlántico de aguas rebeldes y movedizas y el glamour que da lo auténtico y lo virginal han conquistado ya a los Casiraghi, el matrimonio Sarkozy-Bruni, Madonna, el diseñador Jacques Grange, Rania de Jordania, Luis Medina o la actriz Kristin Score-Thomas, que han descubierto en este territorio del Alentejo un espacio eco-friendly. Algunos hasta han comprado casa, como el propio Christian Louboutin.
Comporta ha conseguido, no se sabe cómo, mantener ese lado salvaje que imprime el haber estado oculto durante mucho tiempo, especialmente durante esos años del boom turístico, con su arsenal de atropellos a la naturaleza. El caso es que las dunas de su costa se mantienen intactas, al igual que los pinares y las grandes extensiones de arrozales vecinos. Sólo la iniciativa puesta en marcha por Herdade da Comporta, nombre con el que se conoce esta gran extensión de tierra, en la que conviven lo ecológico y el lujo con el beneplácito de todos, mantiene en pie una oferta turística con casas muy singulares, tan espectaculares como respetuosas con el medio ambiente, hasta el punto de que algunas tienen como suelo la arena. Éste es el caso de Casas Na Areia, obra del arquitecto Manuel Aires Mateus. Pero el mismo concepto impregna a 3 Bicas, Casas da Ilha, Casas da Encosta, Casas da Peninsula, Amanduna o Cocoon Lodges. O el elegante Sublime Comporta. Todos, con su exquisito estilo, se han ganado el aplauso de una clientela vip, entre la que abundan artistas llegados de todos los puntos del planeta, siempre en busca de inspiración y calma.
12.500 hectáreas junto al mar
Estas edificaciones diseminadas por Herdade da Comporta conservan el estilo de las casas originales de los pescadores y agricultores y se hallan repartidas por una superficie de 12.500 hectáreas, entre el estuario del río Sado y el mar, un territorio que comparten siete aldeas o caseríos: Pego, Carvalhal, Brejos, Torre, Possanco, Carrasqueira (Louboutin utilizó este pueblo como decorado de una de sus campañas publicitarias) y Comporta. Son casas muy bonitas, lujosas pero sin pretensiones, levantadas con materiales de la tierra (madera, arena, cristal, paja o brezo), hasta el punto de que el artista Jason Martin dice que vive en Comporta porque “es el último Salvaje Oeste de Europa”.
En realidad, Comporta (“compuerta” en español) es una pedanía de Alcácer do Sal, un hermoso pueblo blanco del Alentejo costero que ha convertido su antiguo almacén de procesado de arroz en un precioso restaurante con terraza sobre los arrozales, Museu do Arroz se llama, está especializado en cocina local. No se puede salir de la zona sin probar el arroz de tamboril. Pero hay otros restaurantes, no demasiados pero sí recomendables, como el Comporta Café, Los Pescadores y Sal.
Surf, bicicleta, yoga, delfines, aves…
Si queremos cenar o tomar una copa en la playa de Comporta, una buena sugerencia es encaminar los pasos hasta Ilha do Arroz, uno de los chiringuitos más afamados. Y si no, caben otras opciones de ocio, no muchas pero suficientes, como hacer surf, pasear en bicicleta por los arrozales, montar a caballo con Cavalos Na Areia, avistar delfines en el estuario del Sado, observar aves (existen catalogadas 88 especies) o apuntarse a unas sesiones de yoga o meditación.
Existen pocos sitios donde comprar, pero, eso sí, los que hay son muy apetecibles. Hay una tienda que sí hay que visitar. Se llama Lavanda y aquí se puede adquirir ropa de firmas siempre comprometidas con lo ecológico o tomar un zumo natural. Y otra muy próxima de nombre Loja de Ca, con una excelente selección de artículos vintage, ambas en Carvalhal.
El fenómeno Comporta se ha ido divulgando y algunos tienen miedo de que el efecto llamada rompa la tranquilidad de este paraíso. Pero no se pueden poner puertas al campo y el singular atractivo de este lugar ha inspirado incluso un libro. Pero no uno cualquiera. Se trata de “Comporta Bliss”, una obra escrita por Carlos Souza, embajador de Valentino, y su ex pareja Charlene Shorto de Ganay y que ha puesto a la venta, en idioma inglés y por 113,10 euros, la prestigiosa editorial Assouline. Un recorrido de casi 300 páginas bien ilustradas que invita a sumergirse en este remanso eco portugués que ha sido comparado con Ibiza, Búzios, Bali o el St. Tropez de Brigitte Bardot de los años 50. Sin acierto, porque Comporta es otra cosa.