BR01 Skull Bronze: un reloj mortalmente bello
No es para los que buscan lo de siempre. Ni para los clásicos. Tampoco para los convencionales. El nuevo BR01 SKull Bronze de Bell & Ross vuelve a jugar a la provocación más exquisita con un guiño a «Jolly Rogers». El emblema pirata por excelencia rinde homenaje a los paracaidistas estadounidenses de las divisiones 101.ª y 82.ª de Estados Unidos que participaron en el desembarco de Normandía. En sus uniformes lucían con orgullo una calavera junto a la inscripción «Death from Above» (la muerte desde arriba). Hoy, ese espíritu luchador es el que se materializa en un reloj con caja de bronce y alma de rebelde para los coleccionistas más atrevidos.
El empleo de este emblema tan corsario no es nuevo para la relojera suiza. Ya en 2009 lanzó al mercado su BR01 Tête de mort, una pieza que se enfrentó a los códigos tradicionales del sector. Hoy, esta versión apuesta por seguir esa línea mortalmente hermosa, pero con un gran protagonismo de su componente más característico: el bronce, la aleación milenaria. Además de ofrecer una gran resistencia, proporciona al reloj un color peculiar y cambiante. Al principio, notaremos que el tono se asemeja más al oro rosa, y será el tiempo el que le vaya proporcionando una pátina de aspecto envejecido, única y diferente para cada ejemplar. Esta evolución de los matices es fruto de la respuesta del bronce a los elementos. Y que son los que transformarán cada uno de los quinientos relojes de esta edición limitada en piezas diferentes y únicas. Junto a esta aleación milenaria, Bell & Ross emplea el modernísimo titanio de grado 5. Con ello, el reloj se convierte en una pieza ligera, fácil de llevar e hipoalergénica. Para que nadie renuncie a él.
El espíritu militar, como es habitual en los diseños de la firma franco-suiza, está presente en los más pequeños detalles. Y para eso solo hay que echarle un buen vistazo. Encontramos el mítico cráneo, fotoluminiscente, que aparece atravesado por dos huesos en cruz en el bisel y los tornillos, como las banderas de los piratas que surcaban los mares. Su esfera monocroma phanton, en imprescindible negro (¿imaginan otro color?) se sirve de emblemas militares como el sable y el puñal para representar las agujas horarias y los minuteros, en dorado. La correa en cuero de becerro, curtida con una técnica especial que le configura un aire usado y con costuras tono sobre tono, confiere a la correa marrón un aire envejecido. Y el peculiar color rosáceo del bronce lo dejan claro: este es un reloj con personalidad propia. Y no se anda con chiquitas.
Aire retrofuturista
La nueva creación de esta leyenda de la industria relojera nos transporta a los combates de 1944 y busca reflejar la estética de la época. Pero el BR01 SKull Bronze es, ante todo, un hijo de su tiempo que se niega a ser solo un reflejo nostálgico del ayer. Por el contrario, aspira a convertirse en un icono. Por eso, los ingenieros de la firma han incorporado rasgos tecnológicos que lo convierten en una herramienta de lujo actual. En primer lugar, su caja de 46 mm contiene un movimiento de cuerda automática que nos garantiza tres aspectos vitales: una precisión suiza, solidez y prestaciones únicas. Su corona enroscada asegura una hermeticidad de hasta 100 metros. Y de nuevo, los detalles. Porque esta, al estar descentrada, permite que el eje de las agujas aparezca en el centro de la calavera, lo cual contribuye al equilibrio del diseño de este reloj pensado para los más atrevidos, que se enamorarán de su espíritu contestatario, bélico y, por qué no decirlo, corsario. Para piratas urbanos y soldados de esas trincheras en las que se nos han convertido las ciudades.
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