Royal Oak Offshore Diver: el color en un reloj de lujo
El lujo no es en blanco o negro, o en tonos oscuros y apagados. ¿Quién ha dicho que el color más explosivo está reñido con el buen gusto y la excelencia? Audemars Piguet le hace un guiño exquisito al verano con sus ediciones limitadas del Royal Oak Offshore Diver en cuatro tonos ácidos y estivales, perfectos para los amantes del lujo que busquen diferenciarse. ¿Cansado de lo de siempre? Póngase gamberro y colorido con una máquina festiva por fuera y absolutamente precisa e increíble por dentro.
Hay cuatro colores disponibles de este modelo: en verde lima (50 unidades), en azul con un toque amarillo (400 unidades, el más “discreto”), en amarillo (375 piezas) y en un elegante naranja, también con 375 piezas a la venta. Exploremos, uno a uno, sus características y pequeñas diferencias. Desde luego, son muy similares: Poseen una anchura de caja de 42.00 mm, un grosor de caja de 14.75 mm y una hermeticidad de hasta trecientos metros. La caja está confeccionada en acero inoxidable, con cristal y fondo de zafiro con tratamiento antirreflejos, coronas atornilladas y pulsadores de cerámica negra, lo que les otorga un aire deportivo, pero formal, que nos gusta para casi cualquier ocasión. Todos son de cuerda automática, accionados por los movimientos de la muñeca.
Todos, además, lucen (en sus respectivos tonos) el tradicional motivo “Mega Tapicería”, tan característica de los Royal Oak Offshore de la relojera suiza. Son decoraciones que datan de las décadas de los sesenta y los setenta, que hoy en día ya no se fabrican y cuya compleja manipulación requiere una gran destreza. En el caso de estos relojes, el acabado se realiza con una estampa, y su efecto geométrico resulta realmente fascinante.
No lo olvidemos: estamos ante piezas de alta joyería. Con un monobloque de oro de 22 quilates y 59 rubíes, los Royal Oak Offshore Diver son, ante todo, cronógrafos de auténtico lujo para coleccionistas refinados. No son los reyes de las complicaciones (sus funciones son la de cronógrafo, horas, minutos, segundero pequeño) pero resulta una pieza fabulosa, con la que bucear será todo un placer.
Azul y amarillo: combinación de buen gusto
Desde nuestro punto de vista, el más llevadero de los cronógrafos estivales de Audemars Piguet. Sus agujas y los índices de las horas, en oro blanco ennegrecido, ofrecen un vistoso contraste con el azul eléctrico que predomina en la esfera. Los contadores también son azules y sus agujas presentan un revestimiento luminiscente (aguja de minutos amarillo) que aumenta la legibilidad. La zona de buceo de 60 a 15 minutos viene en amarillo, que combina a la perfección con el tono más oscuro. ¿El resultado? Una pieza de inspiración náutica
Verde lima: un color muy ponible
Dicen que el viste de verde no duda de su hermosura. Lo cierto es que esta tonalidad, en su versión ácida, combina excepcionalmente bien con otros muchos tonos. Esfera verde con motivo «Mega Tapicería», contadores negros, índices aplicados y agujas Royal Oak de oro blanco ennegrecido con revestimiento luminiscente, realce giratorio interno negro con escala y zona de buceo de 60 a 15 minutos verde.
Naranja: la vitalidad al poder
Un color muy veraniego, pero también puede combinar a la perfección con otros tonos más apagados propios de la estación fría. Como sus compañeros de colección, es un perfecto diver y cronógrafo con realce giratorio interno con escala y zona de buceo de color, segunderos subsidiarios y contador de 30 minutos, con zona de buceo de 60 a 15 minutos en naranja.
Amarillo: para los atrevidos
Una colección para los más osados. A nosotros, la verdad, nos gustan mucho los relojes de este tono, sobre todo cuando su portador está bronceado. Aunque también en invierno, con un total look en negro, nos puede parecer rompedor.
