Esenza by Sha: relajarse en Madrid Barajas

Da igual que sea por trabajo o placer: viajar siempre lleva aparejado, consigo, un poco (o un mucho) de estrés. Y más si tenemos que movernos o esperar en un espacio tan hostil como a veces puede ser un aeropuerto. Para relajarnos, sentirnos más bellos y comer de forma saludable, Sha Wellness Clinic, una clínica de bienestar y estilo pionera, acaba de abrir dos espacios Esenza by Sha en las terminales T4 y T4S del aeropuerto Adolfo Suárez Madrid Barajas. Recibir un masaje, una limpieza facial, retocar ese peinado… ¿Nos relajamos?

Relax y equilibrio en el bullicio de Barajas.
Relax y equilibrio en el bullicio de Barajas.

Los servicios terapéuticos y de belleza son, tal vez, los que más llaman la atención de estos locales, en los que encontraremos profesionales de primer nivel como en cualquier centro de similares características. La oferta es interesante, ya que podemos optar por nuestro rostro o tratamientos corporales completos con productos de referencia como Natura Bissé o EviDens. Uno de los protocolos más llamativos (y rápidos, por aquello de las esperas) es el tratamiento facial personalizado; en ese espacio de tiempo podremos conseguir una piel mucho más luminosa y radiante, que elimine los signos de cansancio y nos deje perfectos para lo que nos espere al aterrizar. También están teniendo buena acogida los masajes descontracturantes, el de tejido profundo y el relajante muscular: este último es óptimo para viajeros y profesionales recalcitrantes, que lograrán aliviar el malestar que genera las horas de vuelo acumuladas.

¿Qué disponemos de un poco más de tiempo? Entonces es más que recomendable darse un capricho y probar sus servicios de manicura, pedicura y peluquería, perfectos para esas viajeras (y viajeros, que también los hay) que apuraron tanto que agradecerán como agua de mayo deshacerse de esas durezas o arreglarse un poco las manos y el pelo antes de tomar el avión.

Eres lo que comes

Elaboración de uno de los zumos naturales de Esenza by Sha.
Elaboración de uno de los zumos naturales de Esenza by Sha.

La alimentación también es una apuesta importante de estos espacios, consagrados a dar a entender que la belleza también se consigue a través de la nutrición. Para ello, su propuesta de alimentación en estos centros aeroportuarios está centrada en recuperar la energía y reequilibrar el organismo. Todos los platos que se ofertan se preparan con ingredientes frescos y naturales, no procesados, sin conservantes y, en su mayoría, siguiendo los principios de la dieta macrobiótica. Por ello, en sus centros de Adolfo Suárez Madrid Barajas no encontraremos productos lácteos, carnes, harinas procesadas ni azúcar refinado.

Tienes la opción de comer, desayunar o cenar en un ambiente relajado, picar algo rápido o bien solicitar tu pedido para llevar y disfrutarlo en el avión. Y para aquellos que gustan de limpiar de forma periódica su organismo, en los dos centros hay una interesante oferta de zumos naturales elaborados con frutas y verduras, así como tés con saludables beneficios y propiedades. Jugos y esencias que nos nutren, pero que también desintoxican el organismo gracias a las enzimas, vitaminas, minerales, betacarotenos y potasio que contienen. Ahora en el aeropuerto también puedes cuidarte, relajarte y velar porque las carreras y los nervios no desequilibren tu Yin o tu Yang.

Estos dos centros vienen respaldados por Sha Wellness Clinic, un impresionante espacio en El Albir (Alicante) con jardines zen, mediterráneos y tropicales, amplias piscinas exteriores y climatizadas, cascadas, zonas de relax, y un Área de bienestar de más de 4.000 metros cuadrados distribuidos en varias plantas. Allí es posible disfrutar de tratamientos de hidroterapia con dos piscinas climatizadas, de múltiples salas de tratamiento o médicas y relajarte en un entorno bello y sostenible.

Rosalía Martínez

Aunque mi nombre es Rosalía Martínez, todo el mundo me conoce como Piti. Periodista gastronómica de profesión, tengo igual de inquietos el espíritu y el paladar, así que me apasiona viajar y descubrir sitios fantásticos para comer. Y contarlo y recomendar, claro. Epicúrea convencida. Cuando no como o viajo, leo y veo series.
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