Bell & Ross BR 03-94 Rafale: el homenaje al caza francés más potente

La aeronáutica militar es una fuente de inspiración. No en vano, Internet o el imprescindible GPS son tecnologías que nacieron en el seno del ejército. Algo más de una década después de que el Rafale, un polivalente caza diseñado por Dassault Aviation, entrase en servicio operativo de la Armada Francesa, Bell & Ross y su creador homenajean a esta máquina con su BR 03-94 Rafale, una edición limitada de quinientos ejemplares de un reloj al que solo le falta volar. Materiales de alto rendimiento, un diseño altamente funcional y una esfera de legibilidad extrema lo convierten en un instrumento tan preciso como esta polivalente aeronave.

 

Una imagen del BR 03-94 Rafale.
Una imagen del BR 03-94 Rafale.

Este modelo, que se está presentando en el Salón aeronáutico Le Bourget, pretendía convertirse en un utilitario ideal. Por ello, un amplio grupo de ingenieros, maestros relojeros, diseñadores y aviadores profesionales han trabajado para crear lo que en Bell & Ross llaman “el reloj-instrumento”. Bajo la premisa de que la instrumentación aeronáutica debía ser la referencia absoluta en materia de legibilidad, fiabilidad y rendimiento, el reloj ha sido concebido para adaptarse a un uso profesional o simplemente para portadores que aprecian el diseño y la exactitud. Se trata de la segunda colaboración entre Bell & Ross y Dassault, que ya idearon conjuntamente en 2013 el modelo de reloj Vintage Falcon, homenaje merecido a este avión de negocios.

Los materiales de alto rendimiento del caza Rafale también han inspirado el alumbramiento del reloj. En este caso, la caja del BR 03-94 Rafale se ha diseñado en cerámica, que ocupa un lugar prominente en los sectores espaciales y aeronáuticos por su altísima resistencia a las altas temperaturas, los ácidos, la corrosión y la erosión. Es frecuente ver cohetes espaciales y escudos términos elaborados con este material, casi tan resistente al diamante y con un color inalterable. Se trata, además, de un compuesto muy ligero (más que el acero), hipoalergénico y que otorga un confort real a su usuario.

El mítico Rafale, inspirador de este exclusivo reloj.
El mítico Rafale, inspirador de este exclusivo reloj.

Sin embargo, la realización de la caja en este material no ha sido una labor especialmente sencilla, ya que ha obligado a sus diseñadores a replantear la estructura, ya de por sí compleja, de la caja. El BR 03-94 Rafale se construye alrededor de su movimiento y de su contenedor de acero, y todo el conjunto está protegido por una cubierta, una tapa y un fondo de cerámica. Ocho tornillos visibles bloquean el cierre, y proporcionan una hermeticidad a juego con el diseño deportivo y fuerte. Esta caja contiene un movimiento cronógrafo mecánico, de cuerda automática y de fiabilidad demostrada.

Los colores del Rafale en tu muñeca
No hace falta más que un vistazo para descubrir que este reloj juega a mimetizarse con el versátil caza al que homenajea. Su caja de cerámica negra mate evoca los acabados antirreflejos de los instrumentos de las cabinas de pilotaje. Por su parte, la esfera, en gris monocromo camuflaje, es del mismo característico color que la aeronave. Incluso la tipografía de las cifras recuerda a la de las matrículas del fuselaje del avión. Y más detalles. ¿Por qué las agujas tienen la punta naranja? Porque, en el mundo de la aviación, es el color de “lo esencial” y de las pruebas en vuelo. Y, de paso, proporcionan una legibilidad perfecta.

Y hay más. Fijémonos en el realce: La escala taquimétrica permite realizar los cálculos de velocidad; la inscripción “tachymeter” es también de color naranja vivo e incluso el contador auxiliar del segundero pequeño está diseñado para emular la silueta del avión de caza, cuyo nombre aparece a modo de firma en las 6 horas. Una correa negra de caucho natural cierra el armónico conjunto. ¿El precio de esta pequeña joya a caballo entre el cielo y la tierra? 5.200 euros. Pero la exclusividad, sin duda, tiene un precio.

Rosalía Martínez

Aunque mi nombre es Rosalía Martínez, todo el mundo me conoce como Piti. Periodista gastronómica de profesión, tengo igual de inquietos el espíritu y el paladar, así que me apasiona viajar y descubrir sitios fantásticos para comer. Y contarlo y recomendar, claro. Epicúrea convencida. Cuando no como o viajo, leo y veo series.

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