Aston Martin se inspira en el F-18 para crear su último biplaza apoteósico: el V12 Speedster edición limitada

El nuevo Aston Martin V12 Speedster es el coche que conducirían los pilotos de caza. Ha sido creado con un fuerte carácter para ofrecer una experiencia visceral. Para empezar, su rugido revela ese temperamento, un sonido soberbio y de calidad que recuerda al de los aviones de combate. Y es que, además de en la rica historia de carreras de la marca, este superdeportivo está inspirado en el famoso caza F-18 Hornet de Boeing. Estamos ante una barqueta biplaza con un motor V12 que entrega 700 caballos de potencia, alcanza los 300 km/h y que pasa de 0 a 100 km/h en 3,5 segundos, ¡casi que vuela! Eso sí, este apoteósico coche solo lo podrán disfrutar 88 afortunados, pues es una edición limitada a ese número de unidades.

El habitáculo se limita a 2 pequeñas aberturas que recuerdan al cockpit de los caza
El habitáculo se limita a 2 pequeñas aberturas que recuerdan al cockpit de los caza

El pasado 3 de marzo, Aston Martin presentó uno de sus deportivos más espectaculares y exclusivos de los últimos años, el V12 Speedster edición limitada. Pero lo hizo de manera online y dirigido a un público muy reducido debido a la cancelación del Salón del Automóvil de Ginebra anual por la actual situación del coronavirus. Presentado ya en sociedad, la marca inglesa inicia ahora la producción.

Nace de una colaboración con Boeing y ha sido creado por Q BY ASTON MARTIN (el equipo encargado de las ediciones limitadas y de las personalizaciones a medida) para la serie dedicada a la aviación “Aston Martin Wings”. Con una producción estrictamente limitada a 88 ejemplares, armado con la más puntera tecnología de motor y aviación, hechos uno a uno de manera casi artesanal y con un diseño y acabados soberbios, el coche está dirigido a los entusiastas y coleccionistas de la marca. Todo muy exclusivo.

Un soberbio biplaza limitado a 88 unidades
Un soberbio biplaza limitado a 88 unidades

Carreras de coches y aeronáutica

El V12 Speedster rinde homenaje a la propia historia de Aston Martin, con su exitoso linaje en las carreras y tan unida a la aviación desde los inicios, en particular, a la Real Fuerza Aérea Británica.

Así, la firma se ha lanzado por diseñar un modelo barqueta (carrocería abierta, sin techo ni parabrisas convencional), y cuyo habitáculo se limita a dos pequeñas aberturas ovaladas, al estilo de los coches de competición de los cincuenta y del cockpit de los caza.

En cuanto a la carrocería, está fabricada casi íntegramente en fibra de carbono, inequívocamente de nuevo mirando a sus victorias en el mundo de la competición y al empleo de este material también en la construcción de aeronaves.

Por otro lado, aunque cuenta con el espíritu de los clásicos modelos de competición, dispone de una estética y un planteamiento técnico modernos, con claras influencias de varios de sus modelos actuales. De hecho, su construcción toma como base dos de los GTs que comercializa la marca en estos momentos, el DBS Superleggera y el Vantage. En cuanto a los clásicos, bebe de la historia del DBR1 que ganó las 24 Horas de Le Mans en 1959 y también hace un guiño al Aston Martin DB3S de 1953, según señala la compañía.

Por todo ello no sorprende encontrar la combinación entre modernidad y tradición en los materiales aplicados al habitáculo, donde se mezclan piel de silla de montar hecha a mano, cromo, aluminio, fibra de carbono satinada, e incluso goma impresa en 3D en algunos elementos concretos. Por supuesto, el Aston Martin V12 Speedster es personalizable con una amplia gama de acabados.

Un detalle de las reminiscencias al pasado es que en lugar de una guantera, el copiloto tiene delante una bolsa de piel que se puede llevar cuando baja del coche. Y al F-18, apareciendo su silueta en distintos puntos dentro del vehículo.

Detalle con la silueta del F/A-18 Hornet, más conocido simplemente como F-18
Detalle con la silueta del F/A-18 Hornet, más conocido simplemente como F-18
Es un coche moderno con inspiración clásica, traída de cuando los coches de carreras tenían la arquitectura abierta
Es un coche moderno con inspiración clásica, traída de cuando los coches de carreras tenían la arquitectura abierta

Y en el exterior, el equipo de diseñadores de Q BY ASTON MARTIN toma como inspiración el avión de combate y lo lleva a un “fuselaje” en color gris mercurio con contrastes en negro satinado en las puntas de los tubos de escape, las rejillas de ventilación y las paletas.

Visualmente no hay duda que la casa británica consigue el equilibrio perfecto de agresividad y temperamento con la exquisitez y elegancia, las señas distintivas de Aston Martin que perduran en el tiempo. En definitiva, un diseño que despierta emociones, que no deja indiferente. “En este modelo, estamos potenciando todos los atributos emocionales al máximo absoluto”, apunta Miles Nurnberger, Director de Diseño de Aston Martin Lagonda.

Bajo el capó

Como si de un avión de combate se tratase, el fabricante le ha provisto del espectacular motor V12 biturbo de 5,2 litros que desarrolla una potencia de 700 CV y 753 Nm de par. Ha sido creado para ofrecer una experiencia visceral, de ahí que no se quede en un V8. El motor va asociado a una transmisión automática ZF de 8 velocidades montada en la parte trasera del vehículo.

Para que la conducción sea más emocionante, lleva un sistema de escape especialmente desarrollado que permite que el sonido salga por la parte central posterior del coche, poniendo los pelos de punta a sus ocupantes.

Con todo ello, además de la alucinante “banda sonora” de V12, el motor ofrece una atractiva y amplia gama de prestaciones y una respuesta excelente. Este coche es capaz de acelerar de 0-100 km/h en 3,5 segundos y de alcanzar una velocidad punta de 300 km/h.

Edición limitada

La marca inglesa ya admite pedidos de este V12 Speedster, uno de sus deportivos más exclusivos de los últimos años. Solo disponible para menos de cien afortunados, las primeras entregas se espera que comiencen en el primer trimestre de 2021.

¿Su precio? A partir de unos módicos 876.000 euros al cambio… (765.000 libras esterlinas).

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